"Si hay orientación lacaniana, es porque no hay ningún dogma lacaniano, tampoco "el inconciente estructurado como un lenguaje", ninguna tésis ne varietus que daría lugar a abecedario, brevario, compendium, dogmático. Hay solamente una conversación continuada con los textos fundadores del acontecimiento Freud, un Midraj perpetuo que confronta incesantemente la experiencia con la trama significante que la estructura". J.A.Miller

domingo, 21 de abril de 2019

"El partenaire-síntoma": Capítulo VIII "El concepto de goce"


SURCO DE LA ORIENTACIÓN LACANIANA

EL PARTENAIRE-SÍNTOMA (Jacques-Alain Miller 1997-98)

Resumen clase 8

EL CONCEPTO DE GOCE (21 de enero 2019)


1) Un Mutuo esclarecimiento 2) el campo del goce 3) Los dos principios                              

La reflexión de estas dos sesiones, van en la línea preparatoria de los “Paradigmas del goce”, que presentará JAM el próximo año en los Ángeles, Universidad de California (marzo 1.999), y suponen una auténtica joya para el estudio de la obra de Lacan. Las clases  plantean, la localización del concepto en la obra de Freud (c-7 de la “Interpretación de los sueños”) y en la obra de Lacan (S-7 y c-5 del S-20 “la otra satisfacción”).

Pertenecientes a los textos metapsicológicos (presentación de la tópica, dinámica y economía del aparato psíquico), y moviéndose entre los paradigmas 3 y 6, muestran el CONCEPTO DE GOCE en Lacan, como: lo que, a diferencia del principio de placer-realidad, no lleva “la tensión a cero” rompiendo la homeostasis, y nos indica los 4 tipos que hay: GOCE FÁLICO para los dos sexos: autoerótico, GOCE MACHO articulado a “a”, GOCE FEMENINO articulado significante del Otro tachado y además lo que Lacan llama “LA OTRA SATISFACCIÓN”, el goce de la palabra. Cuatro goces, que encontramos en los seres humanos (pág 178), y que es fundamental tenerlos en cuenta, en el partenaire-síntoma.

I) UN MUTUO ENTRECRUZAMIENTO. En la clase 8 nos avisa, a la luz del c-5 S-20 y del S-7, del cambio conceptual del concepto de goce, de excluido S-7 a omnipresente S-20. Las referencias que utiliza Lacan, en ambos seminarios, son Aristóteles y Betham, página 74 S-20, que es una reescritura (nueva manera de abordar, esclarecimiento mutuo) del S-7, dónde se apoya más en Aristóteles, concretamente en la Ética a Nicómano, página 77. JAM toma estas referencias porque el desplazamiento del concepto de goce es indispensable para que el tema del partenaire-síntoma pueda tomar sentido (situar al partenaire más en términos de goce y no de interlocución: “el partenaire no es tanto aquel que responde a lo que hace falta, como el que se inserta en el proceso sintomático, en tanto lo que este proceso libera “del” goce, (pag 172), de aquél que no podemos llamar más Sujeto, por ser Ser-hablante).

JAM nombra A-I (Aristóteles I) del que se trata en el S-7 y A-II el del c-5 s-20. De A-I toma del libro VII de la Ética de Nicómano: el vicio, la intemperancia y la bestialidad, de dónde extrae el concepto de goce, concretamente de la bestialidad, y a los que opone la virtud, la templanza y la santidad. Freud y Aristóteles, no están de acuerdo en el tratamiento de la bestialidad, pero tienen en común que “el hombre busca la felicidad”, aunque para uno existe la armonía y para Freud, nada en el mundo está preparado para la felicidad.

Entre Aristóteles y Freud se inscribe Betham, que introduce como novedad “la relación del lenguaje con lo real”, para situar el placer, “la función del lenguaje en lo que concierne al placer”.

A-II del c-5 s-20, sobre “la otra satisfacción”, señala la diferencia entre Aristóteles y Freud sobre el placer, para el primero es “un plus de movimiento: la actividad”, para Freud llevar “la tensión a cero”, (pág. 77 del S-20). En Freud se aprecia un “no más” referente al placer, la instancia de un límite, de una barrera que preserva y proyecta hacia adelante la zona de exceso, típica de la sexualidad masculina, c-5 S-20, que anuncia una diferencia radical con la mujer. Aristóteles y Freud filosofan sobre el “goce fálico”, el único que hay salvo aquel que está del lado de la mujer, sin haber paralelismo entre goce fálico y goce femenino. Lacan llama goce fálico a la cumbre del goce autoerótico, por lo que se opone a la relación sexual. Esta lógica conduce a Lacan a asignar este goce a los dos sexos y despegar de este goce fálico autoerótico, el goce del macho y el goce femenino.

Mirar grafo de la página 178, los cuatro goces: un goce para los dos sexos, autoerótico, articulado al falo, un goce macho articulado al objeto pequeño a, otro femenino articulado al significante del Otro tachado, y además lo que Lacan llama “la otra satisfacción”, el goce de la palabra.

II) EL CAMPO DEL GOCE. En este segundo apartado de la clase, Lacan va buscando mostrar en las categorías freudianas dónde podría insinuarse, inscribirse, la categoría del goce, el campo del goce.

Parte del goce formulado en el S-7 del lado macho. Es un goce abordado en el campo de la Cosa, das Ding, (tomada de una frase de Freud de “Psicología para neurólogos”), para llegar al c-7 de la IS. El goce del lado macho es limitado, apartado, evitado, un campo determinado por el principio del placer, al que sólo se accede por trasgresión. Es antinómico al placer, rompe la homeostasis de este: “el placer para cada uno está en la rutina, en lo que no nos molesta, no es tanto vivir como ir tirando, es para el común de los mortales. El goce en cambio evoca imágenes totalmente opuestas de intensidad, de forzamiento, de trasgresión, que son exclusivas de sujetos de excepción que se aventuran más allá del principio del placer” (pag. 180).

¿Cómo se aventura más allá del principio del placer?, en el escrito que sigue al S-7 Kant con Sade, evoca al DESEO COMO VOLUNTAD DE GOCE. EL GOCE sería un deseo no vacilante, y aquí se introduce el FANTASMA

EL FANTASMA, como operador que permite acceder al campo del goce, permite al deseo ir más allá de la barrera que constituye el principio del placer, poniendo en función el dolor para forzarlo, pues el dolor, la representación del dolor permite fabricar placer y avanzar en al campo de das Ding. EL TEMA FUNDAMENTAL DE TODO FANTASMA ES EL MASOQUISMO, pues permite al sujeto mantenerse en la presencia del horror (página 181).

Que juega en todo esto el principio de realidad, pensado muchas veces como tope al principio del placer? Por ahora tenemos el principio del placer, el goce y el fantasma que hace pasar el dolor al goce, ¿y el principio de realidad freudiano? JAM retoma los grafos del S-7 c-2 y de Ornicar 28, en un esfuerzo de mostrar dónde podría insinuarse, inscribirse el goce en las categorías freudianas a la luz del c-7 de la IS, JAM va a ir agregando términos (páginas 183-184-185-187).

III) LOS DOS PRINCIPIOS. PLACER-REALIDAD

Del c-7 de la IS es de dónde extrae Lacan la idea de “LA OTRA SATISFACCIÓN”. ES LO QUE ES EL GOCE. Entre los dos principios placer realidad y los dos procesos primarios-ics, secundario-cc aunque parece hubiera un combate, hay una articulación, y la oposición interesante es la del principio del placer y el goce.

Los dos principios es el mismo. El c-7 IS, muestra la captura de principio del placer sobre la realidad, (pág. 186), es correlativo a lo que dice Lacan en c-5 S-20 sobre “la otra satisfacción”: “la realidad se aborda con los aparatos de goce” (pág. 186) subraya aparato, que es como Freud trata al psiquismo, del que él mismo dice es una ficción, para comprender un fenómeno como el sueño o el del síntoma.

El aparato psíquico es un aparato reflejo que va del estímulo a la acción (pág. 187), parecería que de la necesidad a la satisfacción, dando la impresión de que la excitación está orientada hacia la motricidad y que el organismo, el individuo busca el objeto que corresponde a su necesidad, pero la vida trastorna esta función simple (el ejemplo, el niño necesita pasar por la demanda y que el Otro lo atienda), así entre la necesidad y su satisfacción se introduce, la función del lenguaje, la respuesta del Otro, la demanda de amor, etc., que hacen que la satisfacción este diferida.

Aquí Freud pone en juego, LA MEMORIA, del lado de la satisfacción: la IMAGEN MNÉMICA, y del lado de la excitación de la necesidad: LA HUELLA, un recuerdo, una traza. Dos inscripciones: tanto la necesidad como su satisfacción, para Freud dejan una huella, lo introduce en el sueño como “cumplimiento de deseo”, la satisfacción alucinatoria de la necesidad es el DESEO, llamando a esto, en el primer quiasma: “identidad perceptiva”, la repetición alucinatoria de la percepción real inicial, ligada a la satisfacción (sueño).

En el segundo quiasma, está la “identidad de pensamiento”, que introduce el principio de realidad, y sustituye a la identidad perceptiva, se pone en su lugar, una vez excitada esta, siendo el principio de realidad como un principio de placer con retardo, produciendo la satisfacción, el apaciguamiento de la vuelta a la tensión cero, al reposo, pues el placer está en la homeostasis.

El placer y la realidad están del mismo lado, y se puede hablar del principio de “placer-realidad”, un solo complejo, que despeja precisamente el lugar de UN MÁS ALLÁ, dónde la tensión “no se puede llevar a cero”, ni por el principio del placer ni el de la realidad. Ahí primero Lacan inscribió LO SIMBÓLICO, y después EL GOCE (paradigmas del 3 al 6)

Teresa Ferrer
Valencia a 11 de Abril 2019

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