¿Qué es el psicoanálisis? Al
psicoanálisis como cura, lo sustituye por la “experiencia analítica”, con lo
que el psicoanálisis didáctico desaparece. La experiencia analítica califica un
proceso único, que es a la vez cura y formación, pero ambos términos aparecen
inadecuados al perfilar de que se trata, pues los efectos del psicoanálisis no
cristalizan ni en la cura ni en la formación, conlleva consecuencias que
convergen sobre el fantasma.
No cristalizan ni en la cura
ni en la formación sino en el Pase, franqueamiento de un impasse constitutivo y
original del sujeto, que califica de “atravesamiento del fantasma”, en el
treceavo año de su enseñanza, en la “Proposición sobre el psicoanalista de la
Escuela” el 9 de octubre 1967, entre los Seminarios “La lógica del fantasma” y
el “Acto analítico”.
¿Qué es el fantasma?
Una ventana sobre lo real, a
su ser de “sujeto”, y así el efecto mayor de la experiencia analítica no es de
curación ni de formación, sino de revelación ontológica en cuanto al sujeto,
respuesta a la pregunta de ¿quién soy?. También es ventana sobre lo real. Dos
valores del fantasma: pantalla y ventana, lo real para cada uno, que una vez
atravesado entrará en lo real para todos, la ventana una versión singularizada
de lo real. Esta travesía añade al efecto terapia-cura, formación-didáctica el
efecto epistémico, del cual Lacan señala tres.
Primero: una expansión del
ser. Se trasforma la seguridad que da el fantasma, que le dice lo que es real
para él, aparecen que las categorías significativas que han organizado el mundo
solo son para uno, aparecen todos los significantes amos que no tienen nada que
ver con los del vecino.
Segundo: efecto de deflación
del deseo, cuyo brillo y atracción tiene su resplandor solo de la libido que lo
inviste. Hay una ontología del deseo, el deseo solo lo captura un de-ser, un ser que se cree ser, y hay
desinvestidura libidinal, una
significación que se disipa que envolvía mi goce. Lo que producía el
resplandor del deseo no es más que lo que recubría mi goce.
Tercero: desanuda el lazo
del analista como SSS, como siendo solo una significación que dependía del
deseo. Así pues se distiende y se rompe: la deflación del deseo, el viraje de
su objeto al désêtre, y el lazo al
SSS.
Lacan lo llama: el ser de
deseo deviene ser de saber. El fantasma se disipa, en la medida en que estaba
sostenido y soportaba el deseo, en la medida en que no había saber, pues el
deseo se sostiene de no saber que lo causa. Fin de análisis cuando el deseo
pasa al saber.
Pero Lacan fue más lejos del
momento de concluir viendo que hay un más allá del ser de deseo convertido en
saber, pues el fantasma es capaz de atravesar la causa del deseo, pero el ser
de goce permanece rebelde al saber, Lacan sobre esto nos deja la relación del
goce con el sentido, que no se presta al atravesamiento, y que se encuentra en
el sinthome (¿), que es lo que Lacan cita para hablar del ser de goce.
¿Qué es lo real?, es lo que
vuelve siempre al mismo lugar, pero no quiere decir lo mismo (¿), no es
dialéctico, y conlleva siempre un carácter rebelde. Cuando introduce esa
categoría, la deja excluida del análisis, pero cuándo da directrices sobre la
cura, dirá que su primer tiempo, Écrits
pág. 586es aplicar al sujeto la regla analítica, decir lo que le pase
por la cabeza, Einfall lo llamaba
Freud, lo que cae, (invocar a lo real), como haciendo olvidar a la persona que
se trata solamente de palabras, como una primera impostura psicoanalítica.
Solo son palabras, ni
siquiera es decir la verdad, la adecuación de la cosa y el pensamiento,
requerimiento jurídico, requerimiento analítico, primera posición de Lacan en “Los
nombres del padre”, 8 de julio 1953, excluye lo real de la experiencia, no hay
relación entre real y sujeto.
Lo real en la obra de Lacan
1 Excluído: “Propósito sobre
la causalidad psíquica”, 1946: la causalidad es del imaginario, y la imago es
el objeto propio de la psicología, asimilada a lo que es en la física de
Galileo, el punto material inerte. Lo primero que encontró Lacan fue el
imaginario, del que dice es analizable pero que no se confunda con lo
analizable.
De la obra de Lévi-Straus
“la eficacia simbólica”, extrae Lacan sus tres registros, y de ella toma la
primacía de lo simbólico.
2 “La carta robada”, lo real
como Wirklichkeit lo real es la eficacia del simbólico. Comienza cuándo Lacan
aísla como la causa al significante, dominando todo lo que tiene significación
para el sujeto. En “La carta robada” vemos que las permutaciones significantes
engendran los efectos psíquicos, verdadero paradigma de la Wirklichkeit, de la eficacia real del simbólico.
3 Seminario XI. Lo real separado
del simbólico. Lo define: hay un desenganche del R y S, lo que vuelve siempre
al mismo lugar, en tanto que el pensamiento no lo recuerda. Lo real
aparece como lo que es evitado, excluido (represión, forclusión), lo que no se
encuentra en un orden. E introduce en el Seminario el:
Automaton, encarna el orden
simbólico, se ven los significantes volver, invertirse, permutar, ser
solidarios, ordenarse, ser calculables.
Tyche, no obedece a una ley,
es un encuentro por azar, y en la página 55 del S-11 encontramos lo que después
dirá Lacan, lo real es sin ley, expresado así: frente al real-orden,
destaca el real-trauma, es decir lo real como inasimilable.
Automaton- Tyche.
Repetición-Encuentro
La repetición freudiana, es
la repetición de lo real del trauma como inasimilable, el inasimilable es el
resorte de la repetición.
La repetición la presenta
Lacan primero como manifestación del orden simbólico, y después como repetición
real del trauma, que viene a agujerear, a desordenar la tranquilidad del orden simbólico,
que trabaja para el principio del placer, la felicidad, mientras que la
repetición es un factor de intranquilidad.
Viene un comentario sobre
Roland Barthes, para acabar sobre unas palabras sobre la topología y un comentario
sobre la “Critica de la razón práctica”, que aparece en el Seminario de la
identificación precediendo a la primera elaboración de la topología de Lacan,
que considero importante en tanto el superyó freudiano es kantiano, tiene que
ver con el goce de la identificación, pero el goce que al final recoge Lacan es
anterior al identificatorio y es el que apoya en la topología.
Es decir primero Lacan busco
su base racionalista en la filosofía, pero al mismo tiempo introduce la
matemática, es en esto que le sirve el texto de Kant.
Referencias en la obra de
Lacan.
La topología no se presenta
como un agujero de, sino bajo las forma de complejas construcciones que son
reductibles a una algebra.
En “L’etorudit” pg. 469 de
los Éscrits: Lacan dice: ahora un poco de topología, tras la elaboración que ha
hecho a propósito de la relación sexual y presenta: el toro, la banda de
Moebius, la botella de Klein, el cross-cap, el plan proyectivo diciendo son la
referencia de su discurso, referencia de lo real sin metáfora, pues tendría que
haber sido presentado como una pura álgebra literal, inscribiéndose Lacan en la
vía de que la matemática es del orden de lo real y del orden de la razón, en
tanto en el pensamiento clásico la referencia a la geometría euclidiniana es la
vía mayor de la razón. En esto Lacan presenta una trayectoria.
En “Función y campo de la
palabra y el lenguaje”, se inscribe en la razón. En “La instancia de la letra
en el inconsciente”, presenta sus fórmulas de la metáfora la metonimia, que pone bajo el subtítulo: “o
la razón después de Freud”. Lacan se mantiene toda su vida resistiendo en este esfuerzo
racionalista, pues su referencia al elemento matemático es constante: la forma
óptica en el “informe de Daniel Lagache” y en el “S-1”, la construcción del
grafo, que es una representación geométrica de relaciones algebraicas, todo
esto lo encontramos enseguida bajo la forma de topología de superficies que en
su última enseñanza cambia a la topología de nudos.
Si ahí encontramos su
posición hacia las matemáticas con la afirmación de una afinidad de ellas con
lo real, hay también en el Seminario de la Identificación un paralelismo entre
la “Critica de la razón práctica” de Kant, en el punto de la convergencia sobre
el fantasma, cuando escribe Kant sobre el conocimiento.
Sobre el desarrollo que hace
en la clase, de la “Crítica de la razón práctica”, de Kant a propósito de sus
elucubraciones, es para subrayar que lo que encuentra Kant como mediador en el
conocimiento entre la Sensibilidad y el entendimiento, la intuición y el
concepto: el esquema, el esquematismo del cuál dirá es un arte escondido en las profundidades del
alma humana, para Lacan ese lugar lo ocupa el fantasma. Esta función
esquematizante es destinada de una manera muy tradicional a la imaginación, a
ese fantasmaticum que tras Aristóteles
tiene una función intermedia entre sentir y pensar.
Esquematismo que se pone en
marcha cuando se trata de que los conceptos encuentren su intuición, que es lo
que se exige especialmente a la matemática, dónde se trata de que alguna cosa
del concepto pase a ser intuitiva, ellas señalan la estructura.
En paralelismo a nosotros,
lo que provoca dificultad para el tema de la receptividad, del lado de la
sensibilidad de la intuición para mediarla con el entendimiento, es el goce, que
tanto para Freud como para Lacan, el estilo de goce de un sujeto esta
siempre ligado a un primer acontecimiento de valor traumático y cuya
sensibilidad proviene de otro, de lo que le viene del otro (verificar si es
Otro, grande), aquí se vería la vertiente Uno del goce, la vertiente
significante del goce.
Bastante importante el
esquema de la página 11 del texto en francés, dónde se ve el fantasma siendo el
enlace de la intuición y el concepto, y debajo el goce losan fantasma siendo el
mediador definitivo.
Y sobre los afectos, Lacan
destaca la angustia, como el que no engaña, es index de lo real, pues está en conexión con lo real.
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