"Si hay orientación lacaniana, es porque no hay ningún dogma lacaniano, tampoco "el inconciente estructurado como un lenguaje", ninguna tésis ne varietus que daría lugar a abecedario, brevario, compendium, dogmático. Hay solamente una conversación continuada con los textos fundadores del acontecimiento Freud, un Midraj perpetuo que confronta incesantemente la experiencia con la trama significante que la estructura". J.A.Miller

domingo, 26 de enero de 2014

Comentario a "Todo el mundo es loco I"


Comentario a "Todo el mundo es loco II". Texto publicado en la Revista "Lacaniana" nº 11, extraído de la OL III, 10 de Jacques Alain Miller.
 
“Todo el mundo es loco, es decir, delira”


Lo primero que se plantea Miller es: Desde donde puede decirse esta frase, en tanto él, la ha elegido como brújula para seguir la última enseñanza de Lacan y por tanto ordenar la clínica actual.


Nos indica Miller que esta frase fue expresada en 1978, cuando Lacan estaba desarrollando

su Seminario 25  y último: “Momento de concluir”. Marca que la frase fue expresada por Lacan en un contexto determinado, siendo emitida cómo un condensado de lo que en  Freud hubo de, enseñanza imposible. Señala que, Lacan, en su última enseñanza se preguntaba sobre ese punto en donde se ocasiona el pensamiento, puesto que en eso que se comunica de lo pensado, siempre hay una: “primera nota fundamental” y Miller plantea que es ahí, en esa nota fundamental primera, donde se puede escuchar el: “todo el mundo es loco, es decir, delira”.

Plantea que si en el primer Lacan, el de la primacía del simbólico, se encontraba en ese lugar el nombre del padre y eso nos orientaba en la neurosis o en la psicosis, según lo hubiera o no, en la frase que trabajamos, desde el momento en que contiene un “todo el mundo”, es mucho más difícil la orientación. Es el momento en que Miller, con Lacan, intenta cernir el lugar, ese punto, ese ¿desde dónde?, se puede enunciar semejante frase.

Teoría clásica del conocimiento:


En este apartado Miller define la enseñanza como lo que se puede transmitir de un conocimiento, para decirnos luego que si Lacan transita por ahí es para decirnos que la teoría del conocimiento es incompatible con la experiencia analítica.
En tanto el psicoanálisis se encuentra con la fragmentación original de la combinatoria del inconsciente y con la descomposición de la pulsión, no podemos unirnos a ello como sujetos del conocimiento si no al precio de ocultar en ese conocimiento la falta en ser.
Nos encontramos pues, del lado del inconsciente con una combinatoria y del lado de la pulsión con un montaje, no teniendo con estas máquinas, combinación y montaje, una relación de connaturalidad.

Lacan dice del ello que está inorganizado, implicándolo al goce y no al significante, por tanto dirá, “nada en el ello tiene significado”.

Hay cuatro discursos:


Hace aquí un desarrollo de los cuatro discursos y su relación con la verdad, de este apartado tomaré solo la frase en la que leo la conclusión sobre lo que nos interesa en nuestra lectura, esta es: “cada discurso se toma como la verdad”, “solo el discurso analítico sabe que es variedad; es decir, solo él reconoce la verdad como un semblante. Y en esto es la excepción en el régimen de los otros tres”.

Plantea también el término dominio, el cómo se domina desde un discurso, para concluir que en el discurso analítico, el “a” como semblante en el lugar desde el que un discurso domina, no puede dominar, es decir, no organiza un mundo. Con ello se excluye el psicoanálisis tanto de la verdad como del dominio, si no domina, no enseña nada, concluyendo Miller este apartado con la frase, “no enseña nada” que la remite a “todo el mundo es loco, es decir, delira” y nos introduce en el siguiente apartado.

¿Como enseñar lo que no se enseña?:


Dice en este apartado que el discurso analítico no tiene nada de universal, por eso no es una materia de enseñanza, no se puede hacer con él pedagogía.
El discurso analítico no participa pues del, para todo x, lo que haría matema y posibilidad de enseñanza. Es un discurso de lo particular y lo singular.
Concluye entonces que, posiblemente por su falta de universalidad la experiencia analítica no es evidente que sea para todos, ni para todas las culturas, ni para todos los uno por uno.
Nos indica Miller que la referencia esencial del discurso analítico es el, “no todo”, con lo cual, lo que sirve para un sujeto no sirve para otro.


Nos lleva por el texto de Lacan a concluir que, no hay enseñanza posible del psicoanálisis hecha desde la pedagogía, marcando la incompatibilidad del psicoanálisis y la universidad.
Matiza que, aunque en el texto Lacan defiende un lugar para el psicoanálisis en la universidad, de entada marca que el régimen del discurso analítico es diferente al universitario y al de los otros discursos.



¿Cómo hacer pues para enseñar lo que no se enseña?, será el desarrollo del final de esta clase y la siguiente.


Ricardo Rubio

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