La
clase está estructurada en tres partes.
I)
La primera explica el por qué, de la suspensión de su Curso, sigue planteando
las consistencias clínicas en la enseñanza de Lacan, y la tercera parte define
los conceptos según las tres consistencias clínicas. Tras las Jornadas de
Montpellier, JAM vuelve y toma la decisión de poner el punto de capitón a su
Curso, explicando el porqué, para lo cual usa el grafo del apres-coup, pues
comenta (página 1) sobre la intención: visto el desajuste signte-sgndo, para
situar la intención de significación que parece haber sido el origen del
discurso, puede ocurrir sea diferente para el auditor que el locutor. Esto lo
dice viendo los ecos de su Curso en Montpellier. La intención percibida
apres-coup, por el locutor puede ser bastante distinta de la nebulosa de la
intención que dirigía su palabra. (En mi modesta opinión, ve un desajuste entre
lo que se ha entendido de lo que ha querido decir, por eso en esta clase quiere
subrayar lo que quiere decir).
En
la página 3 tenemos la frase ¿Montpellier funciono?, se refiere a la tripartición
de la causa lacaniana, pues quiere inscribir el Sinthome, una vez que Lacan
emite su Yadl’un, reduciendo el simbólico al Uno, renegando de la ontología por
la lógica (Ou pire, Encore, El Sinthome S-19-20-23), dónde Lacan explica que es
con la consistencia del Sinthome que nos encontramos tener que saber hacer.
II)
La segunda parte de la clase, está dedicada a desarrollar esto. Presenta
primero lo que había de consistencia clínica antes del Sinthome.
1
Las formaciones del inconsciente. Los 6 primeros seminarios. Final de análisis,
la asunción del deser.
2
El fantasma, del S-6 hasta el S-20. Final de análisis, el atravesamiento del
fantasma.
3
El Sinthome. Final de análisis, la iteración del Sinthome.
Los
conceptos explicitados en esta consistencia clínica, son deseo, verdad,
pulsión, goce, el Otro. Retoma mucho de sus clases de los paradigmas del goce
de 1999
1
En las formaciones del inconsciente (sueño, acto fallido, lapsus, chiste) la
consistencia clínica esta en descifrar una verdad que esta disimulada,
reprimida, que revela y traduce el deseo y para ello se ejerce la
interpretación. El par es verdad-deseo.
2
El fantasma. No es una formación del inconsciente en la medida en que en el
fantasma se agrega el ello freudiano. Así pues el fantasma es el $ + el ello,
por eso no responde a una formación del ics, sino a una lógica, un nuevo
régimen para una nueva formación que es también una producción del ello. El
fantasma esta hecho de conjunciones, disyunciones del ics y el ello, lo cual
cambia el par de verdad-deseo a pulsión-goce. Verdad-deseoestán
hechos de la misma madera, son efectos del sgte, es decir significado, son dos
modalidades del significado.
En
el S-11, Lacan introduce la pulsión en la definición del ics, como autoerótica,
lo cual hace que el objeto de la pulsión sea lo que Freud llamo un Erzatz,
señuelo, no es más que el medio de la vía de rodeo de la pulsión sobre ella
misma, por eso puede ser ocupada por varios objetos. (P. 6). El objeto es el
momento en que la pulsión da media vuelta, es la primera formulación de que
el cuerpo se goza, reflexivo. Este momento es crucial para distinguir el deseo
y la pulsión. Las claves sobre el deseo la da la histeria.
S-11distingue
deseo y pulsión. El deseo es en relación al Otro y también del sujeto de la
palabra, mientras que la pulsión es acéfala, es del Uno, el Otro no tiene
presencia, no se percibe que el Otro esté de acuerdo, ni lo hay con el deseo
del Otro. No es lo mismo ser un hombre de deseo que un hombre de pulsión.
El
fantasma como consistencia clínica, es la conjunción del $ y el ello, del
deseo y la pulsión que Lacan logra representar con la topología. El pase a
nivel del fantasma es la idea de poder obtener una disyunción. No es decir que
el goce no esté presente en las formaciones del ics, está bajo la negación
significante en tanto que castración (ver la definición final de castración a
nivel del Sinthome).
El
goce esta negado, en tiempos de las formaciones del ics, y atravesamiento
del fantasma, en tanto negativizado, y rechazado a lo Real. Esta negativizado
como prohibición, versión edípica. El NP metaforiza el DM, que es uno de los
nombres del goce negativizado, también como dice Lacan, el goce está prohibido
al que habla como tal, también como forclusión de goce, en las psicosis. Esto
es muy diferente a lo que formulará en Encore, del goce del blblabla.
A
este goce en forma negativa, prohibido, en el tercer paradigma se le impone a
Lacan la necesidad de dibujar un goce positivo, imposible de negativizar, uno
antes de la prohibición o el que queda después. (P-7), que introduce como Fi y a, que no soporta el menos. Este a lo introduce como tapón de la
castración a sobre – fi, que sigue a la castración por todas partes. En el
pase como atravesamiento del fantasma se intenta descorchar este tapón del
a y separar el – fi del a, que introduce Freud como objetos pregenitales, en
Tres ensayos y retoma después a nivel del ello.
Así
pues hay como 3 consistencias clínicas, tres conclusiones de análisis
1
Ontológica. Desemboca sobre la falta en ser, el horizonte deshabitado del ser
(Dirección de la cura), la división, Spaltung del sujeto, su falta en ser.
2
Atravesamiento del fantasma. Por una parte hay deser, deflación del deseo, ya
que el deseo no es más que la metonimia de la falta en ser, una revelación
ontológica, y por otra parte completada de una conclusión existencial, el objeto
a que abrocha a la existencia, la falta
en ser del sujeto.
3
El Sinthome, bascula del lado existencial, pasa del ser a la existencia.
Par
deseo-verdad. Ficción.
III
Conceptos según la consistencia clínica que opera.
La
Verdad tiene estructura de ficción respecto de lo Real. El análisis opera a
nivel de la ficción, dentro de las consistencias clínicas de las formaciones
del ics y el fantasma.
Con
el Sinthome, lo Real ex-siste a la ficción. La Ficción es una Verdad mentirosa.
Todos los asuntos del ser, identificaciones, son de la óptica de la verdad
mentirosa. Hay un goce que no se deja negativizar, lo que significa que no está
en el registro de la ficción que es ontológico.
En
las formaciones del ics y el fantasma lo Real es pensado a partir del Sgte,
con el Sinthome es pensado a partir de lo Real. Así sucesivamente, el ics es
verdad, es saber, un material sgte que sale en el análisis, pero el
Supuesto, ya indica la ficción. El saber material no es Real y el pase está
pensado en estas consistencias clínicas, como el desvanecimiento del SsS,
negación del mismo y su sentido. Esto es el ics-trasferencial.
El
ics-real es el ics + el ellos, que no es lo mismo que el fantasma es el $ + el
ello.
El síntoma es un nudo de significantes, y no
el retorno de una verdad reprimida. Lo constituye la “materia”
significante haciendo cadena, no de sentido, sino de sentido-gozado (ics+ello).
Es en Televisión donde Lacan indica que lo Real puede desanudar el síntoma.
Tenemos
ahora la Ciencia, que opera en lo Real, lo cambia, mientras que el
psicoanálisis puede operar con lo Real, lo que es muy fuerte.
Ics-transferencial,
es $ losan a, incluye el ello pero separado de la pulsión, con la que mantiene
relaciones de conjunción y disyunción, losan.
Ics-real.
Parlêtre, incluye el cuerpo.
El
goce, es goce sentido porque no hay sentido que marche sin goce. No hay
significantes, no hay deseo que no esté conectado a la pulsión. La raíz de Otro
es el Uno.
El
parlêtre supone un “ser” al “tener”, su tener es el cuerpo. No hay más que
cuerpo, y esto supone una desvalorización del significante y la verdad.
Principio
del S-23. Hay existencias que no tienen nombre. El significante hace estar a la
verdad. Primero hay lo Real, con el significante comienzan los enredos de la
verdad, del deseo, de la prohibición, del Edipo. El significante golpea los
cuerpos. El cuerpo golpeado por el significante, da una nueva idea de la
castración como lo que deshace los embrollos del sentido.
Tras
el golpe del significante en el cuerpo, aparece el falo, la falta, el pecado
que es lo que quiere borrar la castración, anular lo que es un ser sin sentido.
(Final
Pagina 10)
Con
las tres consistencias clínicas. En las formaciones del ics, y el fantasma, la
palabra lleva sentido, el significante produce el significado, mientras que
en el sinthome se trata de la letra, de la escritura que alcanza el no
sentido. La letra es materia.
Es
así como Lacan se presenta como hereje de la buena manera: “tras reconocer bien
la naturaleza del síntoma, no se priva de usarlo lógicamente, hasta alcanzar su
real al punto que no puede saciarse.
Es
una llamada a la naturaleza del síntoma, que no es alcanzar su verdad ni
su sentido, sino alcanzar lo Real, como se dio cuenta Freud con los
“restos sintomáticos” de los cuales, dice Lacan, siempre habrán, pues la
naturaleza del goce es resistir al sentido, porque el goce atañe al cuerpo, se
produce en el cuerpo.
O
en el pensamiento, se puede pensar que el síntoma obsesivo es un síntoma
derivado. El síntoma es real y llama al sentido, suscita sentido,
interpretación, tanto del paciente como del analista. A esto es sucumbe Freud
en su ortodoxia, a la interpretación de las histéricas del sentido.
La
herejía lacanina, es la toma de distancia del sentido,
tratándose del sinthome, se trate tanto del ps ortodoxo o hereje. Esta práctica
corresponde al otropase dónde el analista tiene relación con los restos
sintomáticos, en los que el sujeto no está satisfecho (pienso que es durante
todo el análisis). Este contraanálisis es la limpieza de sentido.
Es
un uso lógico del síntoma. El fuera de sentido no es la noche negra, el
sinthome opera en un campo limpio de significación. Esto está en su escrito
L’Etourdit, donde destaca la conexión de la lógica y lo real opuesto a las
afinidades de la filosofía y el ser.
1
El fuera de sentido es lo que resulta de la limpieza de significación para
manejar la letra.
2
Este fuera de sentido, no es ir dando tumbos, no ver nada, no poder decir
nada, hay una posibilidad de articulación. Es la desentologización de la práctica
analítica. La herejía no es abandonar el campo del lenguaje, sino hacerlo y
permanecer pero regulándose por su parte material, sobre la letra en lugar del
ser. En la “instancia de la letra” llega Lacan a actuar sobre las
afinidades de la letra y el ser, sobre las asonancias, que luego en l’Etourdit
cambia por literaturre, dando valor a la letra como desecho para arrancar sus
afinidades con el ser.
3
Lo real del sinthome, es la pura repercusión del cuerpo por el significante,
por la palabra, y así define las pulsiones, como el eco en el cuerpo de que
hay un decir.
El
tema de la resonancia es familiar en Lacan desde el principio, título de la
tercera parte de “Función y campo de la palabra”. La primera formulación la
coge de la poética del lenguaje, y la última de la homofonía que es el uso
lógico de la asonancia, y que presenta a propósito de Joyce.
Lacan
quiere hacer con el psicoanálisis, lo mismo que Joyce hizo con la literatura,
(Pg 13): de que esta hecho el psicoanálisis, vuestro apego al psicoanálisis, al
goce del psicoanálisis? Busca el sentido del síntoma, en un sueño que no está
hecho sobre el modelo de la verdad. Y esta práctica que Lacan nos indica, que
permite inventar, teorizar, pasa por una resublimación que no ahorra a la
teoría y decapa su práctica de orientación hacia la verdad.
Comenta
que en Montpelier presento entendía la frase de Lacan, “arrancar al obsesivo
a la influencia de la mirada”. Y es que en el psicoanálisis se trata del
Ideal del yo, la instancia que vigila y juzga. El padre es el gran I del
ideal del yo, que en el fondo son ficciones, pero que permiten reconocer
que lo que hay en la raíz es la presencia de la mirada. El Ideal y el padre
son derivados de la mirada. En este sentido dirá Lacan, la verdad es
hermana pequeña del goce, es decir viene después, pues de entrada hay goce,
lo cual invierte el orden sublimatorio, en el cual la ortodoxia, incluso la
analítica estaba.
Una
práctica sin la ficción de la verdad, es sin universales, desublimada. Bajo
esta óptica el arte es del orden del síntoma, y Lacan nos invita a
tratar la obra de arte, a partir de la pulsión, que es a considerar en el
autoerotismo del parlêtre.
Tambien,
en ese Seminario desublima al padre, diciendo que no es más que
un síntoma, y habla de perversión, irónico pues el padre es soporte de lo
normal en el ps ortodoxo y Lacan explica lo que comporta de patológico. Del
padre no hay más que versiones, el padre no existe, solo padres
singulares. La desublimación, caída de los ideales y universales, comienza
con la SF, la mujer no existe, hay mujeres y se extiende a otras categorías, al
padre. En la misma línea dice, la verdad da placer, es asunto de libido. O
el análisis es una respuesta especialmente jilipollas a un enigma.
El
análisis ortodoxo intenta responder al enigma sexual con un efecto de verdad,
mientras de lo que se trata es de alcanzar lo que el goce conlleva de opacidad
irreductible.
El
Otro que se ha podido pensar de la palabra, del deseo sobre el que Lacan ha
construido su grafo, en dónde ubica las formaciones del ics, el fantasma, se
opera en otro marco cuando se admite que el Otro es el cuerpo, que no está
ordenado por el deseo sino por su propio goce.
En
los nudos borromeos, forma de la que Lacan ha intentado hacer representar a lo
real, hay que situar siempre una extracción corporal, de la que he dado un
ejemplo con la mirada.
Teresa
Ferrer
Valencia
a 27 de Mayo 2015