"Si hay orientación lacaniana, es porque no hay ningún dogma lacaniano, tampoco "el inconciente estructurado como un lenguaje", ninguna tésis ne varietus que daría lugar a abecedario, brevario, compendium, dogmático. Hay solamente una conversación continuada con los textos fundadores del acontecimiento Freud, un Midraj perpetuo que confronta incesantemente la experiencia con la trama significante que la estructura". J.A.Miller

lunes, 15 de junio de 2015

Resumen clase 14 OL-13 L'ouvre de Lacan




La clase está estructurada en tres partes.

I) La primera explica el por qué, de la suspensión de su Curso, sigue planteando las consistencias clínicas en la enseñanza de Lacan, y la tercera parte define los conceptos según las tres consistencias clínicas. Tras las Jornadas de Montpellier, JAM vuelve y toma la decisión de poner el punto de capitón a su Curso, explicando el porqué, para lo cual usa el grafo del apres-coup, pues comenta (página 1) sobre la intención: visto el desajuste signte-sgndo, para situar la intención de significación que parece haber sido el origen del discurso, puede ocurrir sea diferente para el auditor que el locutor. Esto lo dice viendo los ecos de su Curso en Montpellier. La intención percibida apres-coup, por el locutor puede ser bastante distinta de la nebulosa de la intención que dirigía su palabra. (En mi modesta opinión, ve un desajuste entre lo que se ha entendido de lo que ha querido decir, por eso en esta clase quiere subrayar lo que quiere decir).

En la página 3 tenemos la frase ¿Montpellier funciono?, se refiere a la tripartición de la causa lacaniana, pues quiere inscribir el Sinthome, una vez que Lacan emite su Yadl’un, reduciendo el simbólico al Uno, renegando de la ontología por la lógica (Ou pire, Encore, El Sinthome S-19-20-23), dónde Lacan explica que es con la consistencia del Sinthome que nos encontramos tener que saber hacer.

II) La segunda parte de la clase, está dedicada a desarrollar esto. Presenta primero lo que había de consistencia clínica antes del Sinthome.

1 Las formaciones del inconsciente. Los 6 primeros seminarios. Final de análisis, la asunción del deser.
2 El fantasma, del S-6 hasta el S-20. Final de análisis, el atravesamiento del fantasma.
3 El Sinthome. Final de análisis, la iteración del Sinthome.

Los conceptos explicitados en esta consistencia clínica, son deseo, verdad, pulsión, goce, el Otro. Retoma mucho de sus clases de los paradigmas del goce de 1999

1 En las formaciones del inconsciente (sueño, acto fallido, lapsus, chiste) la consistencia clínica esta en descifrar una verdad que esta disimulada, reprimida, que revela y traduce el deseo y para ello se ejerce la interpretación. El par es verdad-deseo.

2 El fantasma. No es una formación del inconsciente en la medida en que en el fantasma se agrega el ello freudiano. Así pues el fantasma es el $ + el ello, por eso no responde a una formación del ics, sino a una lógica, un nuevo régimen para una nueva formación que es también una producción del ello. El fantasma esta hecho de conjunciones, disyunciones del ics y el ello, lo cual cambia el par de verdad-deseo a pulsión-goce. Verdad-deseoestán hechos de la misma madera, son efectos del sgte, es decir significado, son dos modalidades del significado.

En el S-11, Lacan introduce la pulsión en la definición del ics, como autoerótica, lo cual hace que el objeto de la pulsión sea lo que Freud llamo un Erzatz, señuelo, no es más que el medio de la vía de rodeo de la pulsión sobre ella misma, por eso puede ser ocupada por varios objetos. (P. 6). El objeto es el momento en que la pulsión da media vuelta, es la primera formulación de que el cuerpo se goza, reflexivo. Este momento es crucial para distinguir el deseo y la pulsión. Las claves sobre el deseo la da la histeria.

S-11distingue deseo y pulsión. El deseo es en relación al Otro y también del sujeto de la palabra, mientras que la pulsión es acéfala, es del Uno, el Otro no tiene presencia, no se percibe que el Otro esté de acuerdo, ni lo hay con el deseo del Otro. No es lo mismo ser un hombre de deseo que un hombre de pulsión.

El fantasma como consistencia clínica, es la conjunción del $ y el ello, del deseo y la pulsión que Lacan logra representar con la topología. El pase a nivel del fantasma es la idea de poder obtener una disyunción. No es decir que el goce no esté presente en las formaciones del ics, está bajo la negación significante en tanto que castración (ver la definición final de castración a nivel del Sinthome).

El goce esta negado, en tiempos de las formaciones del ics, y atravesamiento del fantasma, en tanto negativizado, y rechazado a lo Real. Esta negativizado como prohibición, versión edípica. El NP metaforiza el DM, que es uno de los nombres del goce negativizado, también como dice Lacan, el goce está prohibido al que habla como tal, también como forclusión de goce, en las psicosis. Esto es muy diferente a lo que formulará en Encore, del goce del blblabla.

A este goce en forma negativa, prohibido, en el tercer paradigma se le impone a Lacan la necesidad de dibujar un goce positivo, imposible de negativizar, uno antes de la prohibición o el que queda después. (P-7), que introduce como Fi y a, que no soporta el menos. Este a lo introduce como tapón de la castración a sobre – fi, que sigue a la castración por todas partes. En el pase como atravesamiento del fantasma se intenta descorchar este tapón del a y separar el – fi del a, que introduce Freud como objetos pregenitales, en Tres ensayos y retoma después a nivel del ello.

Así pues hay como 3 consistencias clínicas, tres conclusiones de análisis

1 Ontológica. Desemboca sobre la falta en ser, el horizonte deshabitado del ser (Dirección de la cura), la división, Spaltung del sujeto, su falta en ser.

2 Atravesamiento del fantasma. Por una parte hay deser, deflación del deseo, ya que el deseo no es más que la metonimia de la falta en ser, una revelación ontológica, y por otra parte completada de una conclusión existencial, el objeto a que abrocha a la existencia, la falta en ser del sujeto.

3 El Sinthome, bascula del lado existencial, pasa del ser a la existencia.

Par deseo-verdad. Ficción.

III Conceptos según la consistencia clínica que opera.

La Verdad tiene estructura de ficción respecto de lo Real. El análisis opera a nivel de la ficción, dentro de las consistencias clínicas de las formaciones del ics y el fantasma.

Con el Sinthome, lo Real ex-siste a la ficción. La Ficción es una Verdad mentirosa. Todos los asuntos del ser, identificaciones, son de la óptica de la verdad mentirosa. Hay un goce que no se deja negativizar, lo que significa que no está en el registro de la ficción que es ontológico.

En las formaciones del ics y el fantasma lo Real es pensado a partir del Sgte, con el Sinthome es pensado a partir de lo Real. Así sucesivamente, el ics es verdad, es saber, un material sgte que sale en el análisis, pero el Supuesto, ya indica la ficción. El saber material no es Real y el pase está pensado en estas consistencias clínicas, como el desvanecimiento del SsS, negación del mismo y su sentido. Esto es el ics-trasferencial.

El ics-real es el ics + el ellos, que no es lo mismo que el fantasma es el $ + el ello. El síntoma es un nudo de significantes, y no  el retorno de una verdad reprimida. Lo constituye la “materia” significante haciendo cadena, no de sentido, sino de sentido-gozado (ics+ello). Es en Televisión donde Lacan indica que lo Real puede desanudar el síntoma.

Tenemos ahora la Ciencia, que opera en lo Real, lo cambia, mientras que el psicoanálisis puede operar con lo Real, lo que es muy fuerte.

Ics-transferencial, es $ losan a, incluye el ello pero separado de la pulsión, con la que mantiene relaciones de conjunción y disyunción, losan.

Ics-real. Parlêtre, incluye el cuerpo.

El goce, es goce sentido porque no hay sentido que marche sin goce. No hay significantes, no hay deseo que no esté conectado a la pulsión. La raíz de Otro es el Uno.

El parlêtre supone un “ser” al “tener”, su tener es el cuerpo. No hay más que cuerpo, y esto supone una desvalorización del significante y la verdad.

Principio del S-23. Hay existencias que no tienen nombre. El significante hace estar a la verdad. Primero hay lo Real, con el significante comienzan los enredos de la verdad, del deseo, de la prohibición, del Edipo. El significante golpea los cuerpos. El cuerpo golpeado por el significante, da una nueva idea de la castración como lo que deshace los embrollos del sentido.

Tras el golpe del significante en el cuerpo, aparece el falo, la falta, el pecado que es lo que quiere borrar la castración, anular lo que es un ser sin sentido.

(Final Pagina 10)

Con las tres consistencias clínicas. En las formaciones del ics, y el fantasma, la palabra lleva sentido, el significante produce el significado, mientras que en el sinthome se trata de la letra, de la escritura que alcanza el no sentido. La letra es materia.

Es así como Lacan se presenta como hereje de la buena manera: “tras reconocer bien la naturaleza del síntoma, no se priva de usarlo lógicamente, hasta alcanzar su real al punto que no puede saciarse.

Es una llamada a la naturaleza del síntoma, que no es alcanzar su verdad ni su sentido, sino alcanzar lo Real, como se dio cuenta Freud con los “restos sintomáticos” de los cuales, dice Lacan, siempre habrán, pues la naturaleza del goce es resistir al sentido, porque el goce atañe al cuerpo, se produce en el cuerpo.

O en el pensamiento, se puede pensar que el síntoma obsesivo es un síntoma derivado. El síntoma es real y llama al sentido, suscita sentido, interpretación, tanto del paciente como del analista. A esto es sucumbe Freud en su ortodoxia, a la interpretación de las histéricas del sentido.

La herejía lacanina, es la toma de distancia del sentido, tratándose del sinthome, se trate tanto del ps ortodoxo o hereje. Esta práctica corresponde al otropase dónde el analista tiene relación con los restos sintomáticos, en los que el sujeto no está satisfecho (pienso que es durante todo el análisis). Este contraanálisis es la limpieza de sentido.

Es un uso lógico del síntoma. El fuera de sentido no es la noche negra, el sinthome opera en un campo limpio de significación. Esto está en su escrito L’Etourdit, donde destaca la conexión de la lógica y lo real opuesto a las afinidades de la filosofía y el ser.

1 El fuera de sentido es lo que resulta de la limpieza de significación para manejar la letra.

2 Este fuera de sentido, no es ir dando tumbos, no ver nada, no poder decir nada, hay una posibilidad de articulación. Es la desentologización de la práctica analítica. La herejía no es abandonar el campo del lenguaje, sino hacerlo y permanecer pero regulándose por su parte material, sobre la letra en lugar del ser. En la “instancia de la letra” llega Lacan a actuar sobre las afinidades de la letra y el ser, sobre las asonancias, que luego en l’Etourdit cambia por literaturre, dando valor a la letra como desecho para arrancar sus afinidades con el ser.

3 Lo real del sinthome, es la pura repercusión del cuerpo por el significante, por la palabra, y así define las pulsiones, como el eco en el cuerpo de que hay un decir.

El tema de la resonancia es familiar en Lacan desde el principio, título de la tercera parte de “Función y campo de la palabra”. La primera formulación la coge de la poética del lenguaje, y la última de la homofonía que es el uso lógico de la asonancia, y que presenta a propósito de Joyce.

Lacan quiere hacer con el psicoanálisis, lo mismo que Joyce hizo con la literatura, (Pg 13): de que esta hecho el psicoanálisis, vuestro apego al psicoanálisis, al goce del psicoanálisis? Busca el sentido del síntoma, en un sueño que no está hecho sobre el modelo de la verdad. Y esta práctica que Lacan nos indica, que permite inventar, teorizar, pasa por una resublimación que no ahorra a la teoría y decapa su práctica de orientación hacia la verdad.

Comenta que en Montpelier presento entendía la frase de Lacan, “arrancar al obsesivo a la influencia de la mirada”. Y es que en el psicoanálisis se trata del Ideal del yo, la instancia que vigila y juzga. El padre es el gran I del ideal del yo, que en el fondo son ficciones, pero que permiten reconocer que lo que hay en la raíz es la presencia de la mirada. El Ideal y el padre son derivados de la mirada. En este sentido dirá Lacan, la verdad es hermana pequeña del goce, es decir viene después, pues de entrada hay goce, lo cual invierte el orden sublimatorio, en el cual la ortodoxia, incluso la analítica estaba.

Una práctica sin la ficción de la verdad, es sin universales, desublimada. Bajo esta óptica el arte es del orden del síntoma, y Lacan nos invita a tratar la obra de arte, a partir de la pulsión, que es a considerar en el autoerotismo del parlêtre.

Tambien, en ese Seminario desublima al padre, diciendo que no es más que un síntoma, y habla de perversión, irónico pues el padre es soporte de lo normal en el ps ortodoxo y Lacan explica lo que comporta de patológico. Del padre no hay más que versiones, el padre no existe, solo padres singulares. La desublimación, caída de los ideales y universales, comienza con la SF, la mujer no existe, hay mujeres y se extiende a otras categorías, al padre. En la misma línea dice, la verdad da placer, es asunto de libido. O el análisis es una respuesta especialmente jilipollas a un enigma.

El análisis ortodoxo intenta responder al enigma sexual con un efecto de verdad, mientras de lo que se trata es de alcanzar lo que el goce conlleva de opacidad irreductible.

El Otro que se ha podido pensar de la palabra, del deseo sobre el que Lacan ha construido su grafo, en dónde ubica las formaciones del ics, el fantasma, se opera en otro marco cuando se admite que el Otro es el cuerpo, que no está ordenado por el deseo sino por su propio goce.

En los nudos borromeos, forma de la que Lacan ha intentado hacer representar a lo real, hay que situar siempre una extracción corporal, de la que he dado un ejemplo con la mirada.

Teresa Ferrer

Valencia a 27 de Mayo 2015