"Si hay orientación lacaniana, es porque no hay ningún dogma lacaniano, tampoco "el inconciente estructurado como un lenguaje", ninguna tésis ne varietus que daría lugar a abecedario, brevario, compendium, dogmático. Hay solamente una conversación continuada con los textos fundadores del acontecimiento Freud, un Midraj perpetuo que confronta incesantemente la experiencia con la trama significante que la estructura". J.A.Miller

sábado, 31 de enero de 2015

Resumen clase 11 OL-13 L'ouvre de Lacan



Constatadamente hay el otro pase, y esto condiciona la experiencia analítica.

La experiencia se inaugura con una demanda del analista:"Dime la verdad". Una verdad que no es definitiva, es variable, pues sabe el analista, que diciendo la verdad se miente, y que no se puede evitar; es a esto a lo que JAM llama Real: Llamo real ahí donde no puedo decir la verdad más que mintiendo. Lo real es la razón de la verdad mentirosa. es lo que no puedo decir más que mintiendo, lo que es relativo a la verdad, a decir que es verdad.

(página 2)
Lo universal se sostiene a nivel del ser,  y la existencia es de otro registro.  ¿Entonces se puede pensar el padre a partir del universal?: JAM critica el diagnóstico universalizante desde el complejo de Edipo respondiendo a esta pregunta con un padre mencionado en singular que se erige en tótem del universal.
Si bien es Lacan el que extrae lo universal de la función paterna, como aquel que dice "no", aquel que libera al sujeto de su sujeción a la madre y al goce que esta relación conlleva, la ultima enseñanza de Lacan,  singulariza con lo que hace un padre, el de cada uno, es el que singulariza su deseo en una mujer entre todas; es lo que Lacan llama pére-version: la singularidad de cada padre en relación a lo universal del padre, señalando que identificarse a la función universal del padre no puede tener más efectos que psicóticos. Y de la lógica del para todo x se obtiene una verdad universal que no es operativa pues no garantiza ninguna existencia. SER el padre como lo universal, y la EXISTENCIA de un padre funcionando como tal, en su singularidad. Es la singularidad calificada de perversa, en tanto que desmiente el para todo x.

Tenemos pues al ser a nivel de lo universal  y la existencia de lo singular. Y así en la presentación de enfermos, para poder captar esta singularidad hay que borrar el saber que tomamos del universal  para mirar en la invención original de la que da prueba el sujeto en cuestión, algo inventado que le sostiene en  la función paterna y que le permite ordenar su experiencia en el mundo. (página 3)

Lo que Lacan, en último término, llama al padre es lo que hace excepción y existencia en relación a lo universal, y si bien lo universal opera como función es sólo en lo singular que opera, que se encarna, esta función. Es a lo que apunta con Yad’lun: sacrificar el totalitarismo de lo universal por la singularidad del l’Un, es decir que considerar el padre a nivel de l’Un lo desplaza a nivel del síntoma.

Si ya vimos que el objeto pequeño a es un semblante, del lado del ser y por tanto universalizante, la última enseñanza de Lacan tiene otra brújula: la del  síntoma que se inaugura con este Yadl’Un, donde el síntoma es la respuesta de la existencia del Uno que es el sujeto y en clínica no es lo mismo orientarse desde esta respuesta singular, que sobre el fantasma. Aunque en análisis se ha de resolver la pregunta de las significaciones del ser, esta resolución tiende a la nada, al deser, y este deser no toca la existencia.(página 4) Así el síntoma no es una formación de la palabra sino que es correlativo a una inscripción, algo permanente, algo muy distinto de la vaporosidad del sueño, acto fallido, lapsus…y por ello obliga a ir más allá de la función de la palabra en el campo del lenguaje: a saber la escritura, a razón de su permanencia.

Es por lo Freud tiene que inventar la reacción terapéutica negativa para rendir cuentas de la resistencia del síntoma a evaporarse una vez se ha esclarecido su verdad y, por lo que Lacan, no se conforma con que el inconsciente sea el discurso del Otro, más bien al contrario, la última enseñanza parte de esta resistencia del síntoma, repensando el psicoanálisis al abordar el inconsciente también como un saber, pero un saber que no pasa por dar sentido al s1, sino en un significante que puede inscribirse como letra. Estamos en el inconsciente  real, al ubicar al inconsciente a nivel del síntoma, al que queda después de la interpretación, después de la verdad.

(pagina 5)
Para este nuevo trato del síntoma Freud inventó su segunda tópica, dando cuenta de la existencia de otra interpretación. En su caso, Lacan recoge la iteración del síntoma, una acción que repite un proceso, que una vez despojado del deser, más allá del fantasma, implica un acontecimiento particular, el traumatismo, es decir el encuentro con el goce, distinto a la libido freudiana, pues este goce, relacionado con un reencuentro, se mantiene intocable detrás de toda dialéctica. Lo que queda del síntoma una vez interpretado, atravesado el fantasma, conquistado el deser, cuando es cogido en su forma más pura, repite el "una sola vez", este síntoma es autosimilar: que uno se da cuenta de que la totalidad es similar a una de las partes. Es con esto con lo que uno se encuentra al ocuparse de su mas allá del pase, el síntoma autosimilar que permite darse cuenta de que, en todo lo que uno ha recorrido, repite esa misma estructura.

Las consecuencias en la clínica son determinantes, pues hay una escucha a nivel de la dialéctica, con la ontología del analizante, con lo que toma sentido para él y que se dirige al deser, con efectos por un lado depresivos, pues esto se desvanece, y por otro lado de entusiasmo, por liberarse de lo que pesa en la vida libidinal. (Página 6) Pero hay también la escucha de la iteración, dirigida hacia la existencia, y es entre estas dos escuchas que el analista se mueve, en dos dimensiones que están conectadas solo por un hiato.

Una dimensión del ser, que como analistas acompañamos en su vaciamiento, mas hay la dimensión donde se tiene un cuerpo, el parlêtre, y ¿qué es lo que hace de este cuerpo que tiene? Es el cuerpo marcado por el síntoma, aquí definido como acontecimiento del cuerpo, lo que supone un cuerpo marcado por la palabra en tanto que se escribe, y que queda representada por una letra. Es esta inscripción la que se califica como inconsciente freudiano. En resumen: hay síntoma; mas allá del deser, queda el acontecimiento del cuerpo y Yadl'Un es una formulación que constituye el primer paso de "no hay relación sexual". No hay relación sexual, en el fondo es la consecuencia de la primacía del Uno, en tanto que marca el cuerpo de un acontecimiento de goce. Un Uno solitario, es decir nada de dos, nada de relación sexual, el Uno que habla solo, y si en el análisis hay dos es porque se le añade la interpretación, se añade el s2 que permite dar sentido y saber, justamente para llegar al dé-savoir y al dé-sens.

(Pagina 7)
Hay en el síntoma un Uno opaco al sentido y para aislarlo hay que pasar por los recorridos de la dialéctica y la semántica, ocurriendo que es un engaño que el análisis satisfaga por el sentido que libera. Precisamente es un acceso al deser para culminar en la asunción de que, lo real, hace rebelarse a la verdad y más allá del fantasma asumir el no sentido del Uno que en el síntoma itera sin ton ni son.

 Laia Gil

Resumen clase 10 OL-13 L'ouvre de Lacan



(pag 1)
Miller ve el impulso en la lectura de los textos de Lacan, para analizarse y para practicar el psicoanálisis.
En esta sesion , empieza diciendo que en Lacán hay un itinerario.
Origen , del vocablo latino iteratio. Describe el acto y la consecuencia de iterar o repetir, es decir, volver a desarrollaar una acción  o pronunciar de nuevo lo que yá se ha dicho.
Pero Lacán no  ha repetido lo mismo, no ha sido  una simple iteración.
 Este Itinerario, del pensamiento de Lacán, Miller, lo reparte  en  tres momentos:  M1, se deplaza al registro de lo Imaginario.
2º , dando la primacia a lo Simbolico, en el ternario RSI, (conferencia que precedió al texto fundacional  “función y campo de la palabra y el lenguaje”.
3º momento , orientado por la categoría de lo Real.

  M1: Es el tiempo de sus antecedentes , su prehitoria, en ,”Acerca de la causalidad psíquica”, donde Lacan en ese momento aborda el Psicoanálisis en el registro de lo Imaginario, y en particular la causalidad psíquica,. Pag 178  “Los efectos psiquicos del modo imaginario” Que está en juego  en el Psicoanálisis y en la costitucion del psiquismo, para eso combina  la etología animal con lo que Sartre llamaba la elección originaria , sobre la “Libertad Absoluta”. Los dos, L. Y S. llamaban realidad humana.

(pag2)
2º M2, Simbolico , su enseñanza y todo lo que se sostiene con este título.
3º (lo Real) , es lo que M. llama el reverso del lacanismo. Es la última enseñanza  de Lacan. Ahí,  Lacan se sale de Lacan.Pone a prueba sus propias premisas, y es cuando eso comienza , se pasa al reverso:
Comienza con su pronunciación : Yad`lun (Hay UNO),luego  en este itinerario, con la supremacía del UNO del Ste como existente, se puede decir  que vá de la ontología a la henologia: del  SER al UNO. Y  la practica analítica variará, según se ordene , al SER o al UNO.

Escansion de tres a dos: pues M1 y M2, están en la perspectiva ontológica, y en el momento de lo Real abandona o relativiza la ontología.

M1. Miller repasa los textos aferentes. Lacan , hace referencia al Ser: Pensó el Psicoanálisis en términos dialecticos y precisamente la función del Deseo. Hegel
De Kojève : El deseo de hacer reconocer su deseo.

Freud con Hegel, donde inyecta en la elaboración de Freud un elemento. El deseo como deseo de hacer reconocer su deseo. Esto es establecer : El deseo,como deseo del Otro, y así instala al hombre en la mediación, y por ello en la dialéctica:
Si la dialéctica es la del  - ser del hombre- y la mediación es por dónde pasa esta dialéctica, se abre una síntesis hegeliana – de la particularidad y de lo universal- Así Lacán  define el final  análisis como (1) –la universalización por el hombre de su particularidad-Es decir que reconozca lo que en su particularidad es mentira y solo el universal dá la verdad.

Y en este marco conceptual – hegeliano, la particularidad , es el Narcisismo freudiano.Y aqui Lacan es llevado a concebir  el final de análisis (2) , como un atravesamiento del narcisismo. Donde  la relación fundamental a la imagen de si, hace pantalla a lo universal , donde ya no hay _mi yo solo con la imagen, sino donde hay  _un todos, o cada uno-,
Luego el final de análisis(3) , es, ¿cómo puedo ser compatible con los otros? ¿ Y como consecuencia con el orden del mundo?, sin renunciar a mi particularidad, sino transformándola, modelándola    
             
(pag 3 )
Pero en la particularidad del Narcisismo ,es lo que Lacán definió como Mortifero ( del Mito de Narciso : cautivado por su imagen, cae al agua y se ahoga). L. Hay una relación fundamental de la imagen con la tendencia suicida, donde articula la pulsión de muerte, freudiana, a lo imaginario: detrás del Nasrcisismo hay la muerte. Hay que atravesar algo de la muerte para franquear el narcisismo.

En este punto , la función de la Repeticion , es calificada de Liberadora, pues L. yá había situado el Fort-Da en Mas allá de Principio del Placer, donde el juego del niño se liberaba de todo lazo materializando el objeto que pierde: En la separación, por el destete y la repetición Ste era  idealizante. Es una libertad de amo, pues domina su perdida jugándola , desmaterializando, convirtiéndola en semblante.

M2. Empieza con  lo que Lacan  afirma la primacia de lo Simbólico, en el escrito El informe de Roma.
Si había dominado lo Imaginario por lo Simbólico , ahora atribuye a lo Simbolico la causalidad  en juego, y por ello cuestiona al sujeto:
  - al lado del yo cuya instancia responde al Narcisismo ,inscribe al sujeto , cómo Sujeto de la palabra, Sujeto del lenguaje, Sujeto del Inconsciente.  Mas tarde dará el símbolo S(barrado) del Inconsciente y así comienza con M2, que  Miller dice haber acentuado ese momento y su valor de corte.

Continúa con M1 y M2, Pues dentro del marco hegeliano, Lacán  capta a la vez la obra de Freud y la experiencia del Psicoanálisis.

Esta es la INNOVACION. Que constituye la primacia de lo Simbólico, que no impide que el poder sea íntegramente preservado a la dialéctica, de una dialéctica trasindividual que desemboca en lo universal de tal manera que el final de análisis , como universal .” La satisfacción del sujeto, encuentra su realización en la satisfacción  de cada uno”. Esto seria suponer una satisfacción absoluta, al lado del saber absoluto, seria una armonía maravillosa de cada uno con cada uno, pero Lacán hace una objeción, cierta dificultad en la universalización de la satisfacción. Limita sus ambiciones, no arrastra a la humanidad a su sueño de armonía, tan solo lleva a “ Todos a los que la satisfacción del sujeto asocia a la obra humana”.

Esto es perplejo , porque los que se asocian a una escuela, partido, no se percibe  que brillen por su compatibilidad .
Hay una idea  de alcanzar la subjetividad de la época, aunque en la época en que Lacán escribia había  una subjetividad . la  época formaba  aún , un mundo  un poco ordenado. Hoy  no se podría escribir la subjetividad en singular, pues se constata que esta época  es subjetivada de forma competitiva y conflictiva, hasta llamarla , el conflicto de las civilizaciones. 

Lacán habla desde la época post colonial , mostrando gran respeto por la formación de los imperios, que organizan culturas, lenguas, religiones diferentes,.En esta época que estamos se inhibe la formación de una subjetividad:  1º. El poder está preservado de la dialéctica. 2º.En el camino  de la universalidad se continua encontrando la muerte , como salto de la particularidad narcisista, pasa por la muerte del sujeto. Se espera que sea relevada por la AUFHEGUNG Hegeliana(1)  .y que se sobrepase con la universalidad; la particularidad  perece para que surja el acceso  a la universalidad.
(1)Aufhegung.Significa a la vez suprimir, conservar y  elevar.               
                                   
Aufhegung. En castellano, asumir implica” un “hacerse cargo”, y no un abandono (como parece sugerir  “suprimir”,ni un ir mas allá de la cosa considerada como en (como en “ superar” o “sobrepasar”): la”cosa “sigue exisistiendo,pero integrada pero integrada en un plano superior que la toma a su “cuidado” o a su “cargo”.
Felix Duque, Historia de la Filosofia Moderna. La era de la critica. Akal, Madrid 1998 , pp 327

Pero Lacan   continua con su Pto , con nombres de filósofos. ( pag 4 y 5).
De Heiddeguer, toma  la muerte., El concepto de ser- para-la- muerte. Esta muerte  no se deja sustituir por  ninguna universalidad, es una muerte solitaria y definitiva , de pura finitud.
De Hegel , el concepto de  finitud y de absoluto.

Pero Lacán , conceptualmente , se refiere por un  lado al filósofo que sueña con la síntesis  de la particularidad y la univeresalidad y por otro con  el filósofo que dice que esto es imposible.: En el análisis se conjugan sujeto del saber absolto(Hegel), con el hombre de la preocupación ((Heidegger).
Pero esto seria un sincretismo.

Lacan, se decanta, por el concepto de Heidegger: Hay una soledad esencial del sujeto de tal modo que el atravesamiento del Narcisismo  se traduce por la subjevacion de su muerte. El final de análisis seria la asunción  de su estatuto de ser como ser-para-la-muerte. Muerte , figura irrepresentable en que pueda reconocerse un analista
Por tanto lo que fuese armónico en el último Lacan tendrá horror, pero en ese momento tenia todas la resonancias culturales.

Siguiendo con el itinerario, L. vá en el sentido de una  -dessiccation-. En  el escrito “La direccion de la cura” , se observa , en su discurso  una mutacion de  la muerte a la nada:   El mas allá   del narcisismo pierde lo patético de la .   muerte por  los términos  -nada-  o –falta-, Aquí L.  dice que la interpretación apunta  hacia lo deshabitado del ser. Los armónicos del narcisismo se convierten  en los armónicos  del silencio, relativo a la palabra, a un imposible de decir. La última palabra sobre el deseo es incompatible con la palabra.Por tanto en la medida en que habría un imposible de decir, la interpretación se hace alusiva, lleva al lado del SER al PAR-ECER ( PAR-ÊTRE).

Aquí situa el punto de ex –sistencia,(Heidegger). Punto que subsiste fuera de, donde se juega el final de análisis. (con diferentes nombres)

Pero en  este situar el punto de ex sistencia, donde se termina el análisis, aún no se trata de Goce, porque está en perspectiva, y lo hace volver en el S.7, “La ética del psicoanálisis”.
 Antes  hubo de elaborar , en el Seminario V, Las F. del Incosciente, La dirección  de la cura, Seminario VI “El deseo y su interpretación”, volvió a repensar  la pulsión freudiana, pues nunca la inscribió  en el registro de las formaciones del Inconsciente.

Lo hizo con el Síntoma : Hay algo  en la pulsión freudiana muy potente,para poder se inscrito en las formaciones del inconsciente , además tienen el carácter de ser  fugitivo. Los sueños se olvidan, el lapsus brilla, el acto fallido tropieza, el chiste es un arrebato. Son de una ontología muy frágil. En cambio el Síntoma sí se puede inscribir  en las formaciones del inconsciente , porque se descifra, es de una ontología más estable, porque tiene una repetición.:  pues, las formaciones del inconsciente cuando se repiten , cambian de registro : Un sueño que se repite, se convierte en un trauma, si lo hace un acto fallido , en un trastorno de comportamiento, es decir es un SINTOMA. 

Aunque L. no pensó el síntoma como una formación del inconsciente ,en el grafo del deseo le dió la misma estructura que a estas, pero en el nivel superior. Dio la misma estructura a la Pulsión, pero tiene otro punto de capiton.  S (A): S de gran OTRO tachado: ( PULSIÓN).  Pero al lado de ese imposible de decir , se puede escribirse     
    DIBUJO                                       (Falta de Ste en el OTRO)

(pag 6)
L. vuelve al GOCE en el Seminario VII,  que en el Seminario VIII, lo situa en una elaboración sobre La Trasnsferencia. Si en el S. VII  tiene el DAS DING informe,pero sí se quiere operar    , en el Seminario siguiente  se convierte en objeto-a , que en el análisis  bajo la modailidad de  DAS DING, es manejable ,como objeto escondido, como saber escondido, Así Lacán  instala  como hueso del proceso analítico el fantasma, que asocia el sujeto de la palabra y el goce bajo las formas del  objeto-a. De esta forma  el GOCE es  como  significativo y como imaginario, tomando  la forma de una escena , articulada a menos fi , es decir a la castración imaginaria. Luego el fantasma como una conjunción  de lo simbólico y de lo imaginario. Dos registros diferentes  pero  con algo en común : los dos hacen sentido.Recordemos las escansiones que hablaba al principio). De tres (R,S,I) hace , y esto es lo que  atrae a L. hacia la posición del fantasma.

Aquí , con el fantasma tenemos una nueva edición  de lo que L. nos presentaba como el Narcisismo a franquearlo que L. llamó PASE es el atravesamiento liberador del fantasma,  que dá libertad al Sujeto de la palabra, que se encontraba cautivo de la inercia del goce imaginario, yá libre de espejismos imaginarios. 

L. a lo que llamó fantasma fundamental, es la relación de la palabra con el goce Aquí Miller dice que podría pasar a un solo  momento, porque hay una sola cosa que está desde el principio hasta el fin: 1º Lo pensó a partir del  Narcisismo (I),después a partir del fantasma y llega el momento de lo real. Aquí  se detiene, pues sabe de los límites de esta liberación. Freud lo alargó en “Análisis finito e infinito”.

Freud-distingue tres factores  que determinan la terapia. EL Traumatismo, (Influencias que puede tener), Las pulsiones y su fuerza constitutiva, y la modificación del Yo.Se detiene  especialmente en la fuerza de la pulsión y en lo que le atribuye como fuerza “irresistible”, puntua la incidencia con el goce.

Lacán, pensó este goce desde que empezó a escribir sobre psicoanálisis.

(pag 8)
Apartir de M1  y M2, se orientó con el Narcisismo y definió el GOCE a partir de cuerpo en tanto visto  , del Estadio del Espejo: cuerpo es lo que se vé a diferencia del organismo), y desde aquí se inclina  a decir que –El goce está en el Rtro de lo Real, ( cuerpo situado por el SOY DE GOCE, goza sin la mediación del otro,  “ese otro soy  yo”. El E.E. es un fenómeno dialectico, (yo me veo como el otro me vé).

Pero si se define al cuerpo como – Goce Propio-, y del registro imaginario deja restos sintomáticos entonces lo que está en juego en la experiencia pasa del fantasma al síntoma.
 Si se refiere a la fuerza de la pulsión , entonces el fantasma es una formación imaginaria de la pulsión , y el síntoma es una producción real de la pulsión, Asi , esta incidencia de lo real todo lo que es del orden del ser ( ontología), lo hecha a lo imaginario, dialéctica que desemboca en una nada.

Esto comporta que L. haga supuestos de Sujeto del Inconsciente, como Freud,  para quien el Inconsciente  era una hipótesis necesaria, y así se inscribe en falso  la incidencia de un real, reitera en el mismo lugar, en el sentido “iterativo”repetido, y del –no del itinerario-
En el Seminario XXII. Antes del S. El  Shintome , Lacán  cuestionaba si el inconsciente era un supuesto y por tanto imaginario, Sujeto supuesto como imaginario. Se vé la sacudida que produce , conceptualmente la incidencia de lo real, pues es hacer pasar el inconsciente como supuesto saber al registro de lo imaginario, como lugar de lo que Lacán llama la verdad mentirosa.En su última enseñanza, se anticipa hasta esa cuestión de saber, si el inconsciente no seria un delirio a dos, produciendo una gran satisfacción, y por otra parte  alcanzando la satisfacción de toda una comunidad, ; asi se realizaría lo que Lacán buscaba al principio : el objetivo de síntesis de la particularidad y de la unversalidad.

Luego avanzando , en su última enñanza. La ontología, la dialéctica, el deseo , es imaginario , y eso desemboca en la muerte, que no es representable (IMAG),Tambien  sitúa al  objeto-a ,como concepto en la topología en relación  con lo imaginario.

(pag 9)
Entonces , en su Seminario  El Sinthome , hace pasar el inconsciente al nivel  de lo real. Se trata de aprehender el síntoma como real , que está al mismo nivel del síntoma. (Último escrito de “Los otros escritos”),”El inconsciente real si me creen”, esto lo dice porque el síntoma tiene dos caras,  una es la Interpretacion y otra la Constatacion.

En la Interpretacion.Estamos en el orden de la creencia. Hace un desarrollo sobre “creer en ello” y  “creerla”. “Creer en ello”,este “Creer en ello” lo dice cuando se cree que algo existe, y es necesario para el síntoma analítico, que reposa en el testimonio del sujeto, solo dentro del contexto de análisis.

Para que se constituya el síntoma analítico, el sujeto tiene que aislarlo, hablar de él  para reducirlo, porque cree que es descifrable. Es del orden del sueño, el síntoma puede hablar, eso puede hablar.Eso es un registro.

Diferente del síntoma universal que molesta al buen orden del mundo.
Por otro lado , la otra cara del síntoma, es que se constata, que eso se repite, ¿ y que se repite ¿ el UNO DE GOCE.,y eso no es descifrable, no es algo sobre lo que la palabra opera, porque es como una escritura salvaje de goce. Está fuera de sistema, es una escritura del UNO solo, pues el S2 al que se relacionaría es supuesto. Es decir , la raíz del síntoma es la adicción.

Miller , pregunta , si Lacán  , sobre esta nocion de lo real,no era otra cosa que su síntoma propio.  Respuesta sintomática al inconsciente tal como Freud lo descubrió, lo cual no supone  lo real  del que se sirve. ¿si la nocion de síntoma cómo real  no era una creencia suya?, y que respondia al inconsciente freudiano descifrable , por la posición de ese real.
La útima enseñanza de Lacán .Pone el inconsciente al nivel del síntoma, pasa ,el Incosciente del ser, a lo real .  “el inconsciente es real”: si me creen: es decir , el síntoma hace ex sistencia, aquí la iteración no es liberadora,es avasallora, L., la asimila al síntoma  de un dicho del analizante  con puntos suspensivos a un ecetera. .y a partir de aquí vemos  la amplitud de sintomatizacion en el psicoanálisis a partir de la categoría del  síntoma como real.  Pero es a propósito del  Padre elemento impensable y al mismo tiempo con carácter organizador.

 Lo esencial de la función del N. del Padre. El padre como excepción tiene carácter de ex sistencia, ( fuera de), y caracteriza al padre por la  particularidad, de  su síntoma, ( no por lo universal), dice el padre es un perverso, en el sentido en que debe ser marcado por la particularidad del síntoma.

Esta perversión paterna es que el deseo del padre esté ligado a una mujer , como única. Un-aquí, lo marca: El padre , el que no dice todo y con ello preseva la posibilidad del deseo y no pretende recubrir lo real, no pretende ser ontológico. Este límite es lo que opera en la humanización del deseo.

La iteración del síntoma, la iteración del UNO DEL GOCE, dice Miller , lo compara con lo que en matematica  se llama objetos fractales, son objetos que son similares, donde todo es semejante a cada una partes.

Aquí se detiene para dibujar la configuración del síntoma, cuya matriz es elemental , y las formas, más  complejas que en las matemáticas.

Lola Perez

Resumen clase 9 OL-13 L'ouvre de Lacan


El comienzo de la lección es tajante: pensar la experiencia analítica, tanto del lado del analizante como del practicante, exige acudir a lo real.

¿Y por qué es necesario pensar la experiencia analítica? se pregunta Miller y nosotros con él, porque sin hacerlo “se está muy bien”. ¿Por qué, entonces? ¿Por qué pensar, vencer la pereza de hacerlo?


Freud avanza en la formulación de su doctrina, lo que se ve en la formulación de las tópicas.También Lacan avanza, y este se podía jactar de no decir siempre lo mismo, de estar cómodo en la objeción, haciéndose objeciones, diría yo. Un pensamiento, pues que no se detiene, y que precisamente por eso “merece ser desatendido”.


¿En qué sentido hace esta afirmación Miller? En el sentido de que lo que se piensa, lo que se conceptualiza, está en desventaja con respecto a lo que se actúa, a lo que sucede. Y lo que sucede en psicoanálisis es del orden de la singularidad, y al pensamiento le es muy difícil captar esa singularidad.

Puede haber un abismo enorme entre pensar y lo que tiene lugar. Y para seguir el hilo de su discurso, Miller remite al hecho de que el analista, en su acto, se borra, borra su pensamiento, dejando solo su presencia.

Es común acentuar la presencia del analista en el dispositivo por encima del pensamiento, pensamiento que, desde nuestra perspectiva, está vinculado al fantasma. Llegados a este punto, Miller se desliza hacia una serie de suposiciones: ¿qué sería una presencia, la del analista, sin pensamiento? Y se contesta así mismo, aunque en forma de pregunta: ¿Una presencia del analista que sería todo receptividad y que abriría un dejar de ser?
Ahora bien, puesto que él (Miller), su receptor de entonces y, por qué no decirlo, nosotros, nos hemos dado al ejercicio del pensamiento, ¿será que no es excluyente? ¿Será que está el analista del acto y fuera de él?

Pero sigamos avanzando. Miller rescata una de las preguntas que le hizo a Lacan a propósito de qué debía esperar. Pregunta que en la respuesta del maestro se precisó en“qué debía esperar...del psicoanálisis”. La respuesta fue: el psicoanálisis te permitirá “sacar en claro el inconsciente del que tú eres sujeto”.  Réplica que orienta no solo a Miller como sujeto, sino como pensador, como teórico sobre la experiencia analítica. “Sacar en claro” es lo que durante un tiempo hizo Lacan con la teoría freudiana.

Es necesario pensar la experiencia a nivel de la estructura. El psicoanálisis es una puesta en acto, una puesta en acto que sobrepasa el pensamiento, y esto lo constatamos cuando surte efecto una interpretación. Pensar el psicoanálisis es hacerlo separadamente a los modos de pensamiento habituales. Por esta razón Miller está interesado en distinguir el ser de la existencia como previa a la posición de lo real.

A partir de dos coordenadas de la última enseñanza de Lacan –el significante y el significante Uno (desligado del S2)–, Miller reflexiona sobre lo real. La articulación del significante Uno y el goce tiene precedentes en la tradición filosófica (Spinoza, los neoplatónicos), e incluso en el pensamiento oriental. Pero en nuestra esfera, la conexión entre el significante Uno y el goce está basada en lo que Freud llamaba la fijación (Fixierung). Para el vienés la represión hunde sus raíces en la fijación, y describe esta como una interrupción, una parada de la pulsión; fijación de la pulsión a cierto punto, o a varios puntos, precisamente del desarrollo de la libido.La conjunción del Uno y del goce es lo que impide el desplazamiento de la libido, lo que en Freud sería el desarrollo hasta la etapa genital. «Lo que quiere decir punto de fijación es que hay un Uno de goce que vuelve siempre al mismo lugar, y es a este título que lo calificamos de real». Freud localizó este concepto, aunque no lole concedió un amplio despliegue teórico. No así Miller, que sitúa esta conjunción en primer plano.

A decir de Miller, para Freud el análisis es finito e infinito; se para, está terminado, y cuando se finaliza se retoma. A día de hoy, el análisis ya no está bajo el régimen finito e infinito. Lacan fue más allá de Freud en este sentido, más allá de los obstáculos, obstáculos, valga decir, diferentes para cada uno a la relación de sexos, es más, esta vuelta de tuerca a los obstáculos freudianos es lo que hizo de motor a la invención del pase y a la ampliación de su escritura de la lógica sexual distinta del macho y la hembra.

El primer paso para ello fue vía el fantasma, en su relación con la salida del análisis. Para ello situó el fantasma en el lugar de lo real. Un fantasma, por tanto, singular; el fantasma, no los fantasmas. Fue Lacan quien inventó el fantasma en singular y con artículo indefinido, o en otras palabras: el fantasma fundamental. ¿Con qué finalidad? Con la de «obtener un analogon  de lo real sobre el que se puede pensar que la palabra tiene efecto». La argumentación de esto último la desarrolló Lacan en términos lógicos en Otros escritos (pág. 326 de la versión en francés) haciendo funcionar el fantasma como el axioma de los síntomas, ya que el axioma es constante mientras que las leyes de deducción son variables. El fantasma fundamental, si bien no se interpreta, sirve de instrumento a la interpretación: se interpreta en función del fantasma de quien se haga. Lo importante aquí es la oposición entre la constancia del axioma y la variabilidad de la deducción. Aunque los síntomas no siempre se relacionan al axioma de la misma manera ni se deshacen de la misma manera, el axioma sí permanece constante. Equiparando el fantasma fundamental al axioma, un axioma lógico, no lo olvidemos, traduce la fijeza del Uno de goce que señaló Freud a la constancia del axioma. De ahí la conocida escritura: 

$ ◊a

En este primer momento, muestra que el análisis permite fracturar la fórmula, logra por un lado la caída del objeto pequeño a y por otro lado “la palabra falta”. En este sentido, habla de la destitución del sujeto en tanto se libera de la constancia que se concentra sobre el objeto a.

Es ahí donde se produce un viraje, el del objeto a (situado en el orden imaginario) desplazado al registro de lo real. De ahí su afirmación “hay de lo real en el fantasma”. A la luz de  lo dicho, por tanto, en la fórmula del fantasmase reúne la conjunción de un término simbólico ($), el sujeto de la palabra, que se mueve bajo la cadena significante, y el objeto a, objeto que congela al sujeto en ese lugar y objeto constante, por eso es real. De ahí que el fantasma es real porque vuelve siempre al mismo lugar para el sujeto.

A partir de la aceptación de que el pase, la experiencia analítica permite obtener esa fractura, la pregunta es la siguiente, ¿cuál es el efecto de esa quiebra? El efecto del atravesamiento del fantasma, Lacan lo dice, es un efecto sobre el deseo que se traduce en una deflación, es decir, en una disminución. De un deseo hinchado, caótico, que se lleva sobre diferentes objetos, se pasa a la localización de algo, y el sujeto que se instituía a partir de ese fantasma, a ese deseo,  se encuentra, tras el recorrido analítico, destituido. Es una salida del lado del deseo, que el analista presenta al analizante bajo la fórmula, ¿Tú qué quieres? La enunciación de esta pregunta es lo que Lacan llama deseo del analista. Miller puntualiza que el nombre del deseo es la voluntad, o lo que es lo mismo, deseo decidido, o deseo indestructible en términos freudianos (La interpretación de los sueños). “Deseo indestructible que en el acontecimiento del pase expresa que encuentra un solución”.

Pero una solución de deseo no es una solución de goce. La solución de la que habla es una solución atañe solo al analogon de lo real que sería el fantasma, en cierta reducción de este y en el fantasma el objeto pequeño a calificado de real.

El objeto a hacía sentido en el fantasma, era un efecto de sentido real, y su caída es una caída fuera de sentido. Pero esto, es decir, calificar un efecto de sentido de lo real, trae aparejada la complejidad de llevar el registro de lo real al sentido.

En la actualidad, la experiencia del análisis es distinta a la practicada en tiempos de Freud, y orienta al analizante a capturar aquello de su goce que sobrepasa al sentido, por tanto más allá de la caída del objeto a. Lo conecta con el Uno del goce.

La repetición, pensada desde el orden simbólico, se relaciona con la cadena significante, sin otro contenido, dice Miller, que “un sujeto que se vehicula como un cero bajo la serie de números”. Ahora bien, pensando la repetición en relación al goce, el término mismo de cadena resulta inapropiado; no se trata ya de una repetición (sucesión que se cuenta y se suma), sino de la pura repetición, o lo que es lo mismo, la reiteracióndel Uno del goce (en otros ámbitos, adicción).

En la cadena hay ley, las leyes de la cadena significante, mientras que en la reiteración no hay leyes, y es por eso que Lacan afirma que “lo real es sin ley”. Sin ley, sí, pero no sin causa. La causa de lo real es la conjunción del Uno y del goce. En el escollo de la ley, esto es, en las dificultades de la ley, es donde la causa se inscribe.

Por esa razón Lacan borra de su discurso el término dialéctica; la dialéctica está en la órbita de la ontología, y lo que aquí interesa es ese más allá del ser, que en la filosofía se nombra como henología (el Uno), y en Lacan es lo real.

La última palabra de la dialéctica para el primer Lacan es la falta en ser y la última palabra de la experiencia analítica es la asunción de la falta, un horizonte que el ser ya ha rehuido. En la esfera del pase, la indicación no es solo el sujeto barrado ($), sino el objeto a, objeto metonímico de la palabra que marca el goce. y es este objeto donde apunta la interpretación, a este índice móvil del goce en la palabra.

¿Cuál es secuencia? Primero la nada. Luego el objeto a y ahora “la pura reiteración del Uno del goce”, lo que Lacan llama sinthome. No es, por tanto, sufiente hablar del sujeto en términos simbólicos, sino que es necesario incluir el cuerpo. Ya no es sujeto, sino parlêtre.
Y no se trata aquí de un cuerpo que goza, sino de un cuerpo que se goza, y el reflexivo aquí es importante ya que nos orienta hacia el auto erotismo, concepto que apunta al no hay relación sexual. Los síntomas remiten a la significación; tras el sinthome hay un acontecimiento del cuerpo.

Miller intenta mostrar la vacilación que subyace en la localización de lo real en ese momento de la enseñanza de Lacan (los tiempos de la conceptualización del atravesamiento del fantasma). El pase entendido como un desnivel a parir del cual la experiencia analítica abre un por debajo de la represión, de la fijación de libido.
El pase es el momento en que se desanuda esta raíz de la represión, momento en que todo está por construir.

La inexistencia de la relación sexual no es una represión, es un dicho a nivel de lo real, no del ser, y ese no hay relación sexual es correlativo de su dicho Hay de lo Uno. No es lo mismo “Lo Uno es”, donde el verbo copulativo exige un atributo, que Hay de lo Uno, que remite a la idea de absoluto, un Uno absoluto.

Observemos que Lacan no dijo Hay el sujeto, debido a que el sujeto aquí es el sujeto del inconsciente al que Lacan mantiene como hipótesis. Es una hipótesis hecha sobre el Uno como real cuando se inventa el encadenarlo a otro. Este Uno es aquí respuesta de lo real, y es solo relativo al análisis. Por el contrario, a no hay relación sexual y Hay de lo Uno les concedemos un valor a nivel de lo real, y ambas proposiciones están articuladas a una tercera fórmula: el auto goce del cuerpo. Leídas las tres juntas orientan la escucha analítica.

Primero. Las entrevistas preliminares, donde tradicionalmente el analista tenía que decidir si el análisis iba a hacer bien al que se propone como analizante. Decisión mediada por su relación al sentido.

Segundo. El periodo maravilloso de la experiencia analítica.
Tercero. El periodo hasta el pase, que “marca una resolución del deseo por su deflación”.
Y todavía queda un cuarto momento, un más allá del pase en el análisis. Un momento todavía por dilucidar. Lacan intentó emparejarlo con su nudo borromeo, en las que interviene lo real, lo imaginario y lo simbólico. De lo que aquí se trata es de situar al nivel de lo real y no al nivel de las hipótesis que son el SsS, en el que el inconsciente se deduce. Dicho de otro modo “para que el inconsciente valga, hace falta la lógica”. Y Miller quiere situarnos en el inconsciente a nivel de lo real, lo que provoca que cuando la raíz de la represión se desanuda, el inconsciente es de pocos recursos, y con él la interpretación, que pertenecen al mismo nivel.

Rosa Durá Celma