"Si hay orientación lacaniana, es porque no hay ningún dogma lacaniano, tampoco "el inconciente estructurado como un lenguaje", ninguna tésis ne varietus que daría lugar a abecedario, brevario, compendium, dogmático. Hay solamente una conversación continuada con los textos fundadores del acontecimiento Freud, un Midraj perpetuo que confronta incesantemente la experiencia con la trama significante que la estructura". J.A.Miller

sábado, 31 de enero de 2015

Resumen clase 11 OL-13 L'ouvre de Lacan



Constatadamente hay el otro pase, y esto condiciona la experiencia analítica.

La experiencia se inaugura con una demanda del analista:"Dime la verdad". Una verdad que no es definitiva, es variable, pues sabe el analista, que diciendo la verdad se miente, y que no se puede evitar; es a esto a lo que JAM llama Real: Llamo real ahí donde no puedo decir la verdad más que mintiendo. Lo real es la razón de la verdad mentirosa. es lo que no puedo decir más que mintiendo, lo que es relativo a la verdad, a decir que es verdad.

(página 2)
Lo universal se sostiene a nivel del ser,  y la existencia es de otro registro.  ¿Entonces se puede pensar el padre a partir del universal?: JAM critica el diagnóstico universalizante desde el complejo de Edipo respondiendo a esta pregunta con un padre mencionado en singular que se erige en tótem del universal.
Si bien es Lacan el que extrae lo universal de la función paterna, como aquel que dice "no", aquel que libera al sujeto de su sujeción a la madre y al goce que esta relación conlleva, la ultima enseñanza de Lacan,  singulariza con lo que hace un padre, el de cada uno, es el que singulariza su deseo en una mujer entre todas; es lo que Lacan llama pére-version: la singularidad de cada padre en relación a lo universal del padre, señalando que identificarse a la función universal del padre no puede tener más efectos que psicóticos. Y de la lógica del para todo x se obtiene una verdad universal que no es operativa pues no garantiza ninguna existencia. SER el padre como lo universal, y la EXISTENCIA de un padre funcionando como tal, en su singularidad. Es la singularidad calificada de perversa, en tanto que desmiente el para todo x.

Tenemos pues al ser a nivel de lo universal  y la existencia de lo singular. Y así en la presentación de enfermos, para poder captar esta singularidad hay que borrar el saber que tomamos del universal  para mirar en la invención original de la que da prueba el sujeto en cuestión, algo inventado que le sostiene en  la función paterna y que le permite ordenar su experiencia en el mundo. (página 3)

Lo que Lacan, en último término, llama al padre es lo que hace excepción y existencia en relación a lo universal, y si bien lo universal opera como función es sólo en lo singular que opera, que se encarna, esta función. Es a lo que apunta con Yad’lun: sacrificar el totalitarismo de lo universal por la singularidad del l’Un, es decir que considerar el padre a nivel de l’Un lo desplaza a nivel del síntoma.

Si ya vimos que el objeto pequeño a es un semblante, del lado del ser y por tanto universalizante, la última enseñanza de Lacan tiene otra brújula: la del  síntoma que se inaugura con este Yadl’Un, donde el síntoma es la respuesta de la existencia del Uno que es el sujeto y en clínica no es lo mismo orientarse desde esta respuesta singular, que sobre el fantasma. Aunque en análisis se ha de resolver la pregunta de las significaciones del ser, esta resolución tiende a la nada, al deser, y este deser no toca la existencia.(página 4) Así el síntoma no es una formación de la palabra sino que es correlativo a una inscripción, algo permanente, algo muy distinto de la vaporosidad del sueño, acto fallido, lapsus…y por ello obliga a ir más allá de la función de la palabra en el campo del lenguaje: a saber la escritura, a razón de su permanencia.

Es por lo Freud tiene que inventar la reacción terapéutica negativa para rendir cuentas de la resistencia del síntoma a evaporarse una vez se ha esclarecido su verdad y, por lo que Lacan, no se conforma con que el inconsciente sea el discurso del Otro, más bien al contrario, la última enseñanza parte de esta resistencia del síntoma, repensando el psicoanálisis al abordar el inconsciente también como un saber, pero un saber que no pasa por dar sentido al s1, sino en un significante que puede inscribirse como letra. Estamos en el inconsciente  real, al ubicar al inconsciente a nivel del síntoma, al que queda después de la interpretación, después de la verdad.

(pagina 5)
Para este nuevo trato del síntoma Freud inventó su segunda tópica, dando cuenta de la existencia de otra interpretación. En su caso, Lacan recoge la iteración del síntoma, una acción que repite un proceso, que una vez despojado del deser, más allá del fantasma, implica un acontecimiento particular, el traumatismo, es decir el encuentro con el goce, distinto a la libido freudiana, pues este goce, relacionado con un reencuentro, se mantiene intocable detrás de toda dialéctica. Lo que queda del síntoma una vez interpretado, atravesado el fantasma, conquistado el deser, cuando es cogido en su forma más pura, repite el "una sola vez", este síntoma es autosimilar: que uno se da cuenta de que la totalidad es similar a una de las partes. Es con esto con lo que uno se encuentra al ocuparse de su mas allá del pase, el síntoma autosimilar que permite darse cuenta de que, en todo lo que uno ha recorrido, repite esa misma estructura.

Las consecuencias en la clínica son determinantes, pues hay una escucha a nivel de la dialéctica, con la ontología del analizante, con lo que toma sentido para él y que se dirige al deser, con efectos por un lado depresivos, pues esto se desvanece, y por otro lado de entusiasmo, por liberarse de lo que pesa en la vida libidinal. (Página 6) Pero hay también la escucha de la iteración, dirigida hacia la existencia, y es entre estas dos escuchas que el analista se mueve, en dos dimensiones que están conectadas solo por un hiato.

Una dimensión del ser, que como analistas acompañamos en su vaciamiento, mas hay la dimensión donde se tiene un cuerpo, el parlêtre, y ¿qué es lo que hace de este cuerpo que tiene? Es el cuerpo marcado por el síntoma, aquí definido como acontecimiento del cuerpo, lo que supone un cuerpo marcado por la palabra en tanto que se escribe, y que queda representada por una letra. Es esta inscripción la que se califica como inconsciente freudiano. En resumen: hay síntoma; mas allá del deser, queda el acontecimiento del cuerpo y Yadl'Un es una formulación que constituye el primer paso de "no hay relación sexual". No hay relación sexual, en el fondo es la consecuencia de la primacía del Uno, en tanto que marca el cuerpo de un acontecimiento de goce. Un Uno solitario, es decir nada de dos, nada de relación sexual, el Uno que habla solo, y si en el análisis hay dos es porque se le añade la interpretación, se añade el s2 que permite dar sentido y saber, justamente para llegar al dé-savoir y al dé-sens.

(Pagina 7)
Hay en el síntoma un Uno opaco al sentido y para aislarlo hay que pasar por los recorridos de la dialéctica y la semántica, ocurriendo que es un engaño que el análisis satisfaga por el sentido que libera. Precisamente es un acceso al deser para culminar en la asunción de que, lo real, hace rebelarse a la verdad y más allá del fantasma asumir el no sentido del Uno que en el síntoma itera sin ton ni son.

 Laia Gil

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