"Si hay orientación lacaniana, es porque no hay ningún dogma lacaniano, tampoco "el inconciente estructurado como un lenguaje", ninguna tésis ne varietus que daría lugar a abecedario, brevario, compendium, dogmático. Hay solamente una conversación continuada con los textos fundadores del acontecimiento Freud, un Midraj perpetuo que confronta incesantemente la experiencia con la trama significante que la estructura". J.A.Miller

domingo, 21 de abril de 2019

"El partenaire-síntoma": capitulo I "El sintagma del partenaire-síntoma"

EL PARTENAIRE-SÍNTOMA

EL SINTAGMA DEL PARTENAIRE-SÍNTOMA

1)- El orden del síntoma. 2)- Usos de la palabra. 3)- Los poderes de la práctica. 4)- El síntoma como verdad.

1)- El orden del síntoma. Hacerse cargo de lo que dice, o ser delirante, el analista tiene que hacerse cargo de lo que quiso decir y de lo que no quiso decir y fue escuchado. 

El sintagma coloca al síntoma en oposición a un concepto, pero no sirve con todos (la transferencia, identificación, represión, etc). No tiene sentido unívoco, significa: identidad, ese término es síntoma; equivalencia, tiene el valor de síntoma; pertenencia, es del orden del síntoma. Al estar en aposición hace de él un adjetivo, propiedad, atributo, y se crea la categoría, la dimensión del orden del síntoma, que entra como cuaternario en R-S-I

Al principio Lacan separa Simbólico de Imaginario, dejando fuera lo Real, que introduce en La ética del psicoanálisis, un real fuera del que impuso su presencia y su insistencia y que va trabajando toda la Enseñanza de Lacan, motivándolo a modificar sus categorías, fórmulas, esquemas. Para alojarlo, lo Real, desplaza al principio un término de su álgebra a, para alojarlo y apaciguarlo, pero no alcanza y tiene que introducir el síntoma.

En su última Enseñanza el síntoma aparece aporético, no conclusivo, errante. En primer lugar como más uno, cuarto redondel necesario, para anudar los otros tres, bien como cuarto o como suplencia de falla de anudamiento. En segundo lugar, en la primera Enseñanza de Lacan, como simbólico, cómo una formación del inconsciente que no se desmiente del todo en la DE. En tercer lugar, en el registro de lo real. En cuarto lugar como la fórmula que reúne S e I, el semblante: en su lugar, (el del semblante) con relación a lo real; bajo el emblema de lo real; o como suplemento del binario semblante y de lo real, pudiendo ser mediador entre ambos.

2)- Usos de la palabra. Para que nos sirve el síntoma, saber arreglárselas o saber hacer con él. El concepto de uso entra tardíamente en nuestro medio, pues primero se trata del Otro, y del Sujeto barrado que es capturado en la red de significantes. En la primera Enseñanza de Lacan, no se trata de uso, se trata de que lo simbólico captura lo real, el organismo (diferente al cuerpo). La operación es: hace de lo imaginario la mediación de lo simbólico para apropiarse de lo real, es decir simbolizarlo de tal modo que lo real no sea alcanzado y quede completamente fuera (La carta robada), dejando un real cocido (por el I) y otro crudo. 

Este simbólico que avasalla, agarra, domina, reina, es una instancia perfectamente concreta. Lo simbólico es una cadena significante, la sincronía de los significantes, el tesoro, la LEY, que rige los efectos psicoanalíticos determinantes para el Sujeto: la forclusión, la represión, la negación. El significante manda y el sujeto siguiendo en fila es sometido, avasallado por la ley propia del simbólico (habla del ics como discurso del amo). El Sujeto ni chista! Y menos de le ocurre arreglárselas con el síntoma, el Sujeto está muerto. Estamos en un momento en que Lacan quiere dar cuenta del automatismo de repetición, del Más allá del principio del placer, y del que dice proviene, la repetición de lo simbólico, dejando fuera lo real. 

Sin embargo, si leemos bien, sí que hay uso y objeto. Retoma el sistema psi del Proyecto como precursor del ics, y en un giro metapsicológico, se plantea además de la dinámica y tópica, la satisfacción, presente en el For-Da. El uso, se trata de satisfacerse encontrando el objeto perdido, pero aquí, en esta época, en el texto la aprensión por lo simbólico, la entrada del niño en el simbólico eclipsa el uso. El uso está perfectamente engranado a la aprensión, hay un sujeto $ avasallado por esta aprensión, y el objeto contingente ni caso, sólo se plantea la aprensión, anulando la particularidad del objeto

Trataremos de indagar en el curso de este año, este punto, esta juntura, conceptualizando el uso como tal, el margen del uso en relación con la determinación simbólica

3)- Los poderes de la práctica. En la experiencia analítica, en su trasmisión y formación del analista funciona un cierto saber hacer, saber arreglárselas con. Hay primacía de la práctica, por ejemplo los resultados de nuestros partenaires de la IPA, que no utilizan nuestros conceptos. Hay primacía de la práctica al punto de saber hacer con el síntoma. Reflexiona sobre los romanos y los ingleses, sobre su relación verídica con lo real, que es 1)- utilitarista (cita al utilitarismo en el seminario de La ética cuando introduce lo real y en Aún cuando introduce el goce) 2) no es adaptativa ni 3) realista.

4) El síntoma como verdad. Cómo utilizamos nosotros la palabra síntoma? Indica una disfunción, cuando algo no funciona como debería y le agrega que en este fracaso del funcionamiento que revela algo verdadero. El síntoma significa que la disfunción revela una verdad constituye la emergencia de la verdad. 

El síntoma es verdad, ics transferencial (página 224 del Informe de Roma. El síntoma puede tomar el valor de verdad en psicoanálisis a condición de que la ciencia deje en suspenso las cuestiones de la verdad. 
El síntoma como verdad y el síntoma como goce

Síntoma como verdad
Antes de la ciencia no se cuestiona la verdad, que aparece como revelación, en este sentido no hace síntoma. Con la emergencia del Hijo de Dios, la practicidad de los romanos supo que hacer y acabaron convertidos al cristianismo, que es una relación con la verdad revelada, un saber hacer con el síntoma. Los humanistas se enredan con la verdad, los eruditos tienen verdades por todos lados. 

Con la incertidumbre sobre la verdad acaba Descartes, la verdad deja de plantearse, verdades eternas por parte de Dios, y es la Ciencia la que deja de lado la cuestión de la verdad y prefiere letras S1, S2 (articulación significante) con la que el saber toma forma lógica, y a partir de que el saber toma la forma de articulación de cadena significante, la verdad retorna al psicoanálisis como efecto de significado de esta cadena significante, con efectos de represión, negación y retorno. 

La verdad se presenta en forma de síntoma, como un elemento que perturba el saber articulado. Un saber en lo real. Lo que esta reprimido es la verdad que retorna bajo la forma de síntoma, que se intenta suprimir, cambiar o rectificar. Freud pensó que interpretado el síntoma, desaparecería y al no hacerlo invento: reacción terapéutica negativa, masoquismo primordial, la pulsión de muerte, para en Inhibición, síntoma y angustia plantear el síntoma como goce. 

El síntoma como goce
No es una disfunción, es un funcionamiento. No se opone el funcionamiento del campo de lo real, no se opone al funcionamiento del saber en lo real, participa de él y por es del mismo orden que lo real. Ejemplo las psicosis, cuyo síntoma restablece el funcionamiento, siendo una suplencia que permite siga el funcionamiento. 

Esta perspectiva aparece en Inhibición, síntoma y angustia cuando Freud habla de la incorporación del síntoma en el yo, que es la clave de la DE de Lacan, y la lectura que sostiene el Seminario Aún: el sujeto en el síntoma continúa gozando por otros medios, continúa gozando a través del síntoma. 

Si el síntoma como verdad le aparece a Lacan por el sesgo del $, como perturbador en el – fi, porque esta anula el goce, a partir de Inhibición, síntoma y angustia, el sesgo por dónde adviene el síntoma será el goce, el plus de goce, la castración no lo anula, sino que proporciona un plus, que es el objeto a. 

Aún presenta siempre el goce bajo la forma de síntoma, el ser hablante goza de modo sintomático, el goce no es nunca el que debería ser “el goce se refiere centralmente al que hace falta que no, al que haría falta que no para que haya relación sexual, así el objeto a ocupa el lugar del partenaire que falta: a/-fi, es decir que el goce que tapona el menos –fi, no es el de la relación sexual sino el de los objetos pregenitales. 

Este advenimiento del síntoma toma su punto de partida en el macho, y es el matema del partenaire síntoma a/-fi. El a ocupa el lugar del partenaire que falta, y el hombre pone a la mujer en el lugar del objeto a y del síntoma cómo envoltura del objeto a.

Oposición síntoma como verdad y síntoma como goce 

Síntoma como verdad, formación del ics en tanto el síntoma se interpreta, es de orden simbólico, en tanto perturba y se opone al funcionamiento del saber en lo real. 

Síntoma como goce, es un medio de la pulsión, que traduce la exigencia insaciable de la satisfacción de esta, eso que Lacan llamo la voluntad de goce. Lejos de oponerse a lo real, al campo de lo real, se impone, por el contrario como un real por su repetición, por todo lo que lo distingue de las formaciones del ics, en particular su temporalidad de repetición, del etcétera que contiene, La fórmula x-síntoma concierne al síntoma como goce.

Esta fórmula tiene la vocación de sustituir a modo de ensayo de tentativa, la equivalencia con el significante a la que Lacan en el comienzo de su enseñanza, sometió a numerosos términos de la teoría: el falo-significante, el objeto-significante, el Otro-significante, y muchos otros.

(matema página 30). Esta fórmula, si otros además de mí quieren probarla es porque fija el término x en tanto medio, medio de goce. 

Teresa Ferrer 
Valencia a 19 de febrero 2019


No hay comentarios:

Publicar un comentario