"Si hay orientación lacaniana, es porque no hay ningún dogma lacaniano, tampoco "el inconciente estructurado como un lenguaje", ninguna tésis ne varietus que daría lugar a abecedario, brevario, compendium, dogmático. Hay solamente una conversación continuada con los textos fundadores del acontecimiento Freud, un Midraj perpetuo que confronta incesantemente la experiencia con la trama significante que la estructura". J.A.Miller

domingo, 21 de abril de 2019

"El parteanire-síntoma": capítulo II "¿Qué es ser lacaniano?

Partenaire-síntoma. II ¿Qué es ser lacaniano?

Ese mismo día 26 de noviembre del 1997 (boulevard de Montparnasse) ha de dictar un curso a parte de este sobre política lacaniana, seria la política en psicoanálisis y su incidencia en la política general.
Pero primero ha de aclarar que es ser lacaniano. 
Empieza por aquello que NO es:
- No es leer, y reconocer la importancia de Lacan: incluso hay los llamados postlacanianos que creen haber pasado por él para superarlo.
- La práctica: del mismo modo que Lacan reescribió los términos de Freud, se llegó a decir que había sustituido también la práctica, como el tiempo variable y de sesiones cortas, algo que dio pie a algunos con el no hay otro del otro a abandonarse a la llamada contratransferencia.
A-Se plantea esta pregunta porque en los tiempos en que lacan fue expulsado, no se le consideraba como ahora que Lacan es psicoanálisis. 
B-Otro motivo para responder a esta cuestión es que justamente al no ser dogmatico Lacan, no tenemos axiomas, teoremas pues su misma enseñanza es una lucha constante a decir todo y lo contrario
C-En tercer lugar, ser lacaniano se convierte en una pregunta cuando uno no se conforma con responder que ser lacaniano es ser freudiano, aunque hubo una época en que lacan nos invito a esto, es solo la variedad del freudismo que es el annafreudismo : una interpretación canoníca dogmatica de algunos elementos de la doctrina de Freud- 1 por ejemplo la preferencia otorgada a la segunda tópica sobre la primera, en que desplaza el ics-precs-ello en beneficio de la tópica del ello, el yo y el superyó. Para ellos la primera tópica fue un bosquejo de la segunda.
El annafreudismo:2 aspira a una conjunción entre el psicoanálisis y la psicología general, al destacar el yo y ser considerado como una función de síntesis, de dominio, de integración de la personalidad y en la experiencia analítica se trata de que el yo responda a su concepto sintético. 3 considera el aparato psíquico aislado, así que excluye todo lo que es del orden de la relación de objeto y por lo que no da lugar a las relaciones subjetivas.
La piedra angular y que fue objeto de conflicto entre analistas era si existe o no una fase primaria de narcisismo y de autoerotismo, pues la definición del psiquismo estaba en juego, pues si está cerrado sobre sí mismo, todo lo que es del orden de la relación es secundario. 
Entonces ser lacaniano era volver a dar su lugar a la tripartición de la primera tópica e incluso recuperar el concepto de inconsciente que estaba en desuso, era reconquistar la segunda tópica a partir de la primera. Ser lacaniano era retomar los textos “superados” por el annafreudismo como “la interpretación de los sueños” “psicopatología de la vida cuotidiana” y “el chiste y su relación con el ics”. Era hacer un verdadero reverso del psicoanálisis y sacarlo del vocabulario del dominio, sumisión, sujeción y determinación, con el término inédito en Freud de Sujeto.
Aquí el psicoanálisis da un giro de 180 grados, ya no era el yo sino un sujeto profundamente sujetado a una estructura que había que realizar. Un sujeto que estaba vacío y que solo recibía su valor como una variable que depende cada vez por la cadena significante, con lo que se desmorona toda idea de reforzar al sujeto. (pág. 37) en aquel entonces ser lacaniano era no ser annafreudiano o ser anti-freudiano.
Ser lacaniano también es una pregunta sobre lo kleiniano, si nos lo tomamos como un capítulo de la historia del psicoanálisis o como otra forma de interpretar a Freud, además de la de Lacan. ¿Qué es ser kleinianos? En centrar la experiencia analítica en la relación primitiva del niño con el pecho de la madre, esta es la matriz de la interpretación que se opone al annafreudismo pues plantea que la relación de objeto es primordial. Dice JAM que el pecho materno es la interpretación kleiniana del psicoanálisis, un partenaire-síntoma del niño. Un pecho síntoma que satisface, dicho en términos económicos freudianos. Un objeto de satisfacción primero a la necesidad alimenticia y en segundo lugar todos los deseos del niño. Así que este pecho tiene como producto el goce, para m. Klein es el goce fundamental, que proporciona seguridad y es la matriz del amor concebido a partir de colmar esta satisfacción. ¿Qué sucede cuando falta? Suscita la alucinación, es decir el niño imagina la satisfacción que le falta; suscita el odio, a despedazar a la madre y al pecho que esta tiene., que sería la matriz del odio. Este odio no se dirige solo al exterior si no también al interior, que ocasiona un temor primordial a la muerte. Matriz del odio y del amor es de alguna manera dice JAM la versión emocional de la diferencia entre pulsión de vida y pulsión de muerte.
A este concepto de muerte kleiniano Lacan le da vueltas desde Hegel, para encontrar bajo él la castración, concepto que para Klein esta minimizado. Entonces ser lacaniano era no ser kleiniano, aunque lacan hacia uso de M. Klein.
Entonces ser lacaniano tomó forma polémica con el annafreudismo pero no con los kleinianos, de quien se reformularon conceptos, como el despedazamiento, el orden simbólico que está ahí desde siempre, que disentía con el orden cronológico de Freud, y el objeto pequeño a además de la relación con otro mayúscula que es el lenguaje y que luego lacan deriva en lo primordial del objeto goce.
Que es ser lacaniano? Si en Klein la pareja es madre-lactante y en el análisis no hay la palabra vacía,  en los lacanianos es analista-analizante: el analista es el partenaire-síntoma del analizante, en consecuencia el inconsciente lacaniano se define a partir de la práctica analítica, con las esperas de los lapsus, actos fallidos, chiste, sueños y que se dirige hacia el sin-sentido.
Si los kleinianos no contemplan la palabra vacía, todo lo interpretan, pues a todo lo que se enuncia en la superficie le corresponde algo en la profundidad: los lacanianos tratamos la experiencia analítica desde la oposición imaginario simbólico a la hora de la escucha. Y es que ser lacaniano es tener que arreglárselas con un problema de articulación entre la libido y lo simbólico. Aunque los lacanianos si, Freud no se embrollaba en esto, pues para él, el aparato psíquico funciona para la satisfacción pulsional, es decir para el goce, algo que lacan no retomó, si no de Hegel, la finalidad es el reconocimiento, el sentido mismo: pone como ejemplo el grafo del deseo que en 1964 en “posición del inconsciente” presenta ya de otra manera: las formaciones del inconsciente son del orden de la alienación (página 50) y retoma la idea freudiana: el inconsciente trabaja para producir un plus de goce.
(Párrafo pág. 51)Entonces lo que define a los lacanianos es manejarse  con una voluntad de decir destinada a satisfacerse solo por el sentido: la palabra se dirige al Otro, dice explica, cuenta, se hace reconocer, va hacia el sentido, puede ir hacia el sin-sentido, pero esto es algo distinto de decir que hay un goce del bla-bla-bla. No se dirige al Otro para explicarle, para darle sentido, si no porque la finalidad es producir un objeto a, plus de gozar. 
Entonces la enseñanza de Lacan es un mas allá del ics como productor de efectos de verdad, y podría ser el síntoma que elabora en la última enseñanza ¿Qué es un síntoma analítico? Lo que es real en el síntoma es lo que sirve al goce, que hable, que sea un mensaje descifrable no está en el mismo nivel que aquello para lo que sirve. Ser lacaniano es lo que JAM llama el tormento situado en ese lugar.

Laia Gil Chafer
20 febrero de 2019



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